Inicio estas últimas líneas de 2025 con el deseo, ya incumplido, de que los colombianos hayan podido encontrarse en familia alrededor del mensaje de paz de Belén.
Una navidad feliz, sin embargo, fue apenas un decir para 250 víctimas de 76 masacres o para quienes sufren ataques narcoterroristas en Cauca y paros armados, el último de ellos una macabra oleada violenta del ELN, con cerca de 100 acciones armadas en nueve departamentos, 12 muertos y centenares de heridos, para luego, con cinismo miserable, enviar al país “un mensaje claro de paz” con un cese unilateral del fuego “de temporada”.
Claro que rechazo el cínico anuncio del ELN y no comparto la declaración de la delegación gubernamental en la Mesa de Diálogos, que “saluda el gesto del Eln” como “un buen augurio para la continuidad de los diálogos en el nuevo año”. La verdad, el gobierno ya no tiene nuevo año para dialogar y, por tanto, la declaración es un mensaje de Petro a través de Vera Grabe, mas no de una comisión que, supongo, no ha sido convocada.
A pesar de la dura realidad, mi mensaje es de optimismo, porque la paz es un deseo válido para el pueblo colombiano de buena voluntad, tenaz y resiliente, que no pierde la esperanza. La paz, además, es una condición para el segundo mensaje navideño: La prosperidad en 2026, que se mide por el crecimiento de la economía, algo en lo que no le fue mal al país en 2025, mas no por las acciones del gobierno, sino a pesar de ellas, gracias al esfuerzo de nuestros empresarios, destacando a la micro, pequeña y mediana empresa, que suman más del 70% de la generación de empleo.
Mi condición de presidente de Fedegán me compromete a comentar el comportamiento de la ganadería en 2025 a partir de cifras disponibles. Con un hato de 30 millones de animales somos el principal proveedor de proteína animal, a partir de una producción de leche de 6.823 millones de litros a noviembre, y más de 800 mil toneladas de carne estimadas para el año.
Las exportaciones, por 343 millones de dólares a octubre, ya habían superado las de 2024, con crecimiento sostenido del mercado chino y la deuda pendiente del acceso al de Estados Unidos, más cercano y de mejores precios, que se convierte en reto para 2026.
Además del abandono del campo y por su causa, la inseguridad vuelve a amenazar a la ganadería, pero registro con orgullo la meta cumplida de 500 Frentes Solidarios de Seguridad para enfrentarla desde la unión gremial, el apego a la ley y la articulación con las autoridades.
Ya tendré oportunidad de extenderme en los logros y retos de Fedegán y la ganadería. Por ahora, mi deseo para todos los colombianos: que la paz se acerque a nuestra patria y, con ella, la prosperidad en 2026.
@jflafaurie


