Didier Moreno controla con poca pericia el balón y desde la tribuna llega un enojo de los hinchas envuelto en algunas palabras impronunciables en este espacio.
Didier salta, cabecea con firmeza y a tiempo y así repele un ataque peligroso del rival, entonces desde la tribuna aparece la exclamación de aprobación de los mismos que antes lo maltrataron.
Didier entrega mal el balón en una acción que parecía fácil y el hincha lo insulta y lo llena de epítetos. Didier ataca el área contraria y anota el gol que significa la victoria del equipo y los hinchas emocionados reconocen la valentía de Didier.
Así, en ese pin pon emocional de los hinchas, Didier Moreno se mueve con una extraordinaria capacidad de lucha, de confianza en su profesionalismo. La perseverancia, la preparación física y el carácter son algunas de sus virtudes.
Resiste la resistencia que tiene de una buena parte de la hinchada con una entrega proverbial y generosa adrenalina. Este Junior de los cuadrangulares, que está a un punto de llegar a la final, que gambetea con Enamorado, salva con Silveira, también cuenta con el Didier que no se rinde y que, además, se “atreve” a contribuir con 2 goles que han significado 6 puntos.
Dos goles que, seguramente, no estarán en los primeros 1.000 goles más bonitos en la historia de Junior. Pero, estarán en el recuerdo y el reconocimiento de todos si Junior confirma su tiquete a la final. Siempre es así para Didier.








