En los momentos de inseguridad, indecisión, peligro, riesgo, persecución o incertidumbre, ¿A quiénes les pides consejo? ¿Recurres a la sabiduría de la esquina? ¿Te dejas llevar por la emoción? ¿Cuándo no sabes qué hacer con lo que tienes o deseas, qué voces escuchas? Los buenos consejos son los mejores aliados de la inteligencia. El que sabe no presume, actúa.
Conocerás a una buena persona por la capacidad que tiene para escuchar. Si pretende dominar la conversación, levanta la voz cuando alguien quiere decir algo o simplemente ignora las razones de sus contertulios, tiene un problema con su ego. El conocimiento y la experiencia jamás sobran para el talento y la excelencia. Escucha, piensa, valora y luego decide.
Los malos políticos son aquellos que nunca contratan asesores. Y si les pagan para cubrir gastos o rubros de sus presupuestos y no los escuchan, demuestran que solo sirven para hablar, no para actuar. Eso ocurre también en todas las formas de liderazgo inepto. Muchos simplemente no oyen a nadie, porque creen que se las saben todas.
Algunos imaginan ser la génesis de la sabiduría universal y hablan solos. Miran hacia arriba, para un lado, parecen tener los ojos volados o estáticos, con una mirada fija, pero nada profunda, sin que eso sea un síntoma de un trastorno emocional o neurológico: seguramente no prestan atención. Quieren que todos se la presten a ellos y con intereses. Muchas veces ni hablan. Siguen sus caprichos o buscan satisfacer sus deseos.
La opinión no es el sinónimo natural de la razón. En la era de la polarización, marcada por el exceso de dogmatismos y supersticiones, la verdad encuentra laberintos confundidos con tantos caminos posibles, como destinos inciertos. Pretender que el criterio personal es absoluto, es ignorar las fuentes de la certeza.
El mejor consejero no ofrece meras opiniones. Da la perspectiva del asunto, propone alternativas, evalúa las consecuencias de las decisiones y trata de reducir los errores, proponiendo el acierto en cualquiera de los temas. Si tu consejero opina siguiendo sus caprichos, gustos o preferencias, valora su visión y reconoce que te falta alguien que te ayude más.
El ‘Conselegible’ es asesor, guía, mentor, consultor, orientador y facilitador de la obtención de mejores resultados a partir de la toma de buenas decisiones capaces de inspirar, motivar, estimular y obtener los propósitos de cualquier causa y objetivo trazado. Es el galán en la obra de la inteligencia. La musa leal del equipo ideal. El cortés moderador de las discusiones respetuosas. Es el dealer de tu mejor apuesta.
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@JulioCesarHT








