En el marco del 54º Festival Nacional del Carbón, realizado entre el 9 y el 12 del presente octubre, en el municipio de Barrancas, La Guajira, no solo hubo oportunidades para las celebraciones religiosas, culturales, folclóricas y conciertos musicales de alto nivel que acompañaron el exuberante jolgorio colectivo. También hubo espacios para la reflexión y el análisis, con eventos académicos y debates, en los que se abordaron las apremiantes preocupaciones económicas, ambientales y sociales que nos plantea a la región y al país un probable escenario sin la minería del carbón en el corto y mediano plazo.
En una demostración del creciente interés reinante por buscar opciones para una transición energética más responsable, lo contrario al salto al vacío que pretende el gobierno nacional, se realizaron dos eventos en dos días consecutivos, organizados en forma diligente por entidades diferentes. Uno por el Magazine Ojolopelao con el nombre “Foro Regional de Transición y Diversificación Productiva en la Región Caribe” y el otro denominado “Foro sobre Transición Energética y Regalías”, liderado por la Secretaría de Educación de la Alcaldía de Barrancas.
Ambos tuvieron gran acogida por un público ávido de información que le ayude a reducir la alta incertidumbre que le origina la posibilidad del cierre de la actividad minera que realiza Carbones del Cerrejón, con todo el encadenamiento productivo que genera: empleos, impuestos, inversión social y beneficios para toda la región y el país.
Queda la tarea de convertir en “planes de acción” esas ideas y sugerencias planteadas para el bien de la región.
Algunos expositores compartieron información muy valiosa sobre el mercado del carbón térmico, que nos lleva a pensar en la conveniencia de desacelerar la cantaleteada transición energética. Una de ellas es el crecimiento que está teniendo el consumo de carbón en el mundo: Según datos de la Agencia Internacional de Energía en el 2024 el consumo alcanzó el récord histórico de 8.770 millones de toneladas y se pronostica un consumo de 2.900 millones de toneladas en el 2027.
Con ese nivel de consumo, se pregunta uno si no sería más inteligente reducir la insistencia en la transición energética, haciéndola más gradual y responsable, y pensar inclusive en ampliar la duración del contrato para la explotación del carbón en La Guajira (y también en el Cesar), especialmente con el bajísimo nivel de emisiones de gases efecto invernadero que aporta nuestro país (menor al 0.5%).
X @AELopezP