La relación de Richard Linklater con el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) se ha tejido a lo largo de los años con títulos que hoy hacen parte esencial de su filmografía. En 2023 presentó Hit Man, en 2016 Everybody Wants Some!!, y antes habían pasado por el festival clásicos como Before Sunrise (1995) y su ambicioso experimento narrativo Boyhood (2014), filmado durante 12 años.

En esta edición, el cineasta regresa con dos propuestas muy distintas entre sí. La primera es Nouvelle Vague, estrenada previamente en Cannes, un homenaje a Jean-Luc Godard y al espíritu revolucionario de la Nueva Ola del cine francés. Linklater reconstruye el rodaje de À bout de souffle (Breathless, 1960), película que cambió para siempre el lenguaje cinematográfico.

Godard, interpretado por Guillaume Marbeck, trabajaba entonces como crítico en la legendaria revista Cahiers du Cinéma cuando declaró que “la mejor manera de criticar una película es hacer una”. Con apenas 30 años, sin experiencia previa en la dirección, convenció al productor Georges de Beauregard (Bruno Dreyfürst) de financiar un proyecto de bajo presupuesto, armado sobre un guión apenas esbozado junto a François Truffaut (Adrien Rouyard).

Filmada en blanco y negro, la cinta nos transporta al París de los años sesenta, cuando la improvisación —tanto en los diálogos como en las decisiones formales— se convirtió en motor creativo. Linklater reproduce ese mismo juego: una película sobre otra película, que revela la energía y las tensiones detrás de un movimiento que transformó la historia del cine.

El elenco incluye a Zoey Deutch como Jean Seberg y Aubry Dullin como Jean-Paul Belmondo, acompañados por un mosaico de figuras de la época como Jean Cocteau (Jean-Jacques Le Vessier), Claude Chabrol (Antoine Besson), Jacques Rivette (Jonas Marmy) y Éric Rohmer (Côme Thieulin), entre otros. Con este retrato coral, Nouvelle Vague no solo rinde tributo a Godard, sino que ofrece una mirada didáctica y vibrante sobre uno de los periodos más fértiles del cine moderno.

La segunda propuesta de Linklater es Blue Moon, donde explora un pasaje oscuro en la vida de Lorenz Hart, letrista del legendario dúo Rodgers & Hart. La película cuenta con la participación de Ethan Hawke, colaborador recurrente del cineasta, y se adentra en las luces y sombras del mundo del espectáculo, entre la brillantez creativa y la fragilidad personal.

De esta manera, el TIFF confirma nuevamente a Linklater como un creador inquieto, capaz de moverse con soltura entre la reconstrucción histórica y el drama musical sin perder su sello distintivo.

@GiselaSavdie