El acervo patrimonial es inherente a la heredad y la identidad. El legado de un pueblo es de carácter cultural, histórico o natural, y corresponde a esa herencia de nuestros antepasados, que ha sido preservada con esmero y cuidada de las amenazas que ponen en riesgo su continuidad. Es parte sustancial del pasado y, por supuesto, define el presente y delinea el futuro de la sociedad.

En Colombia, a partir de 1997, el entonces recién creado Ministerio de Cultura convocó a la reflexión sobre la importancia de salvaguardar el patrimonio cultural para involucrar a la ciudadanía en su protección y la difusión de la riqueza cultural. Por ello, desde entonces, el mes de septiembre es dedicado a su exaltación y homenaje.

El patrimonio cultural de la Nación (por Ley 397 de 1997) está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la tradición, las costumbres y los hábitos, así como el conjunto de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, lingüístico, musical, audiovisual, fílmico, científico, testimonial, documental, literario, bibliográfico museológico, antropológico, entre otros, y las representaciones de la cultura popular.

A Colombia, la Unesco le reconoce y promueve la salvaguardia de quince expresiones socioculturales inmateriales, entre las cuales están los Cuadros Vivos de Galeras; el Sistema de conocimiento ancestral de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta; el Vallenato; el Sistema normativo de los wayuus, aplicado por el “palabrero”; el espacio cultural de San Basilio de Palenque y, por supuesto, nuestro querido Carnaval de Barranquilla. Igualmente, nueve sitios, entre parques naturales y centros históricos, también considerados patrimonio mundial.

En buena hora, el secretario de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla, Juan Ospino, lidera una amplia y variada agenda que permite a la ciudadanía gozar nuestro patrimonio cultural. Celebremos el acervo cultural de este amado terruño, conociendo, reconociendo y promoviendo la conservación de cada uno de los símbolos que representan nuestra diversidad e identidad sociocultural. Además, es nuestra responsabilidad enseñarles a las futuras generaciones su inconmensurable valor y la importancia de salvaguardarlo. Solo apreciando la esencia de lo propio entenderemos y valoraremos nuestra excepcionalidad, singularidad y maravillosa heterogeneidad.

@Rector_Unisimon