Miguel Uribe Turbay (MUT) surgió desde muy joven como una figura política brillante, con apenas 25 años de edad fue elegido como concejal de Bogotá en el año 2.011 por dos períodos consecutivos; en el 2.016 fue nombrado secretario de gobierno de Bogotá desde donde lideró la modernización institucional de la seguridad distrital, así como la implementación de un nuevo código de policía, desmanteló zonas críticas de seguridad como el Bronx, Cinco Huecos y San Bernardo. En 2.019 se lanzó como candidato a la alcaldía de Bogotá, donde alcanzó 426.000 votos, sin embargo, no le alcanzó fue derrotado por Claudia López. En 2.022 es elegido como el senador más votado de su bancada del Centro Democrático con 226 mil votos y, en marzo de este año, oficializó su precandidatura presidencial para las elecciones del 2.026.

Representó un liderazgo joven, fresco, transparente y comprometido, su visión se centraba en garantizar seguridad para reactivar la confianza, la inversión y el crecimiento social y su propósito en la vida, como él mismo lo afirmaba, era ponerle fin de una vez por todas a la violencia en Colombia, “sin seguridad no hay nada, mi obsesión será resolver los problemas de los ciudadanos”, expresaba frecuentemente.

MUT reflejaba en su aspecto una mezcla de juventud con cierta timidez, reforzando una imagen de renovación política, pero a la vez con una firmeza en todos sus planteamientos y propuestas, encarnaba un liderazgo marcado por la coherencia, la transparencia y el pragmatismo, su estilo, fue reconocido internacionalmente en el año 2.018, siendo seleccionado por One Young World, una organización benéfica de líderes con sede en Londres, como uno de los 10 jóvenes líderes más influyentes en el mundo.

Su estilo de liderazgo mostraba accesibilidad y empatía, manteniendo un contacto permanente con la gente a través de encuentros comunitarios y diálogos abiertos en barrios. Era un líder institucional y moderno, impulsando mecanismos de rendición de cuentas, como el sistema para que la ciudadanía pudiera monitorear las obras públicas. MUT manejaba un estilo de liderazgo firme pero abierto al diálogo, siendo un congresista de la oposición que intentaba convencer con argumentos técnicos y reales.

Su asesinato revive la herida que dejó la pérdida de su madre Diana Turbay, también asesinada, desde escenarios distintos, ejercieron un liderazgo que buscaba transformar y servir; ella, desde el periodismo comprometido, y él, desde el ejercicio de la política de una manera pulcra y cercana, ambos, entregaron su vida al servicio público y a Colombia.

@henrydelae