¿Por qué, coloquialmente, se dice que el trabajo, cualquiera que él sea, es una tortura? Anselmo Luna Linares, B/quilla

Muchas personas dicen eso mismo desconociendo que están en lo cierto, al menos en lo que respecta a la etimología. En el siglo 6, ‘trabajar’ venía del latín vulgar trĭpāliāre ‘torturar’, que, a su vez, venía del latín tardío trĭpālĭum ‘cepo o instrumento de tortura formado por tres palos entrecruzados’, que se utilizaba para sujetar a un acusado antes de su martirio o para herrar animales de carga. En síntesis, los primeros sentidos que tuvieron las palabras ‘trabajar’ y ‘trabajo’ fueron ‘torturar’ y ‘tortura’. El verbo ‘trabajar’, como lo conocemos hoy, se dice en latín laboro, y el sustantivo ‘trabajo’ se dice labor. Tanto en el español primigenio como en el actual, los vocablos ‘trabajar’ y ‘trabajo’ han conservado sus acepciones sinónimas de ‘laborar’ y de ‘labor’, y han renunciado, cada uno por su lado, a sus sentidos extensos de ‘sufrir, dolerse, penar’ y de ‘sufrimiento, dolor, pena’. El uso del sustantivo ‘trabajo’ está documentado por escrito desde 1212 con el sentido de ‘desconsuelo, abatimiento, fastidio’. Por fortuna, en el transcurso del tiempo, de la idea de sufrimiento se pasó a las de ‘esfuerzo’ y ‘labor’, mucho más gratas. Según todo lo anterior, tiene razón el Negrito del Batey cuando canta: “A mí me llaman el Negrito del Batey/ porque el trabajo para mí es un enemigo,/ el trabajar yo se lo dejo todo al buey,/ porque el trabajo lo hizo Dios como castigo./ […] Porque eso de trabajar a mí me causa dolor…”.

La semana pasada, al hablar de la palabra ‘chueco’, usted escribió: “Su origen incierto quizá sea ibérico o vasco”. ¿No es lo mismo ‘ibérico’ y ‘vasco? Wilfrido de Jesús López Arciniegas, B/quilla

No es lo mismo. Los vascos son un pueblo de origen incierto, quizá descendiente de pobladores primitivos asentados en el mismo lugar que aquellos hoy ocupan. Es un pueblo que tiene fuerza identitaria cultural y lingüística, que habita en áreas de dos países: el noreste de España y el suroeste de Francia; por eso, ellos mismos se llaman ‘País Vasco español’ (o Euskadi) y ‘País Vasco francés’ (o Iparralde). En los dos lugares se habla euskera, una lengua única en el sentido de que no se sabe de dónde procede, pues no guarda relación alguna con las lenguas que en el mundo han sido. Entonces, si decimos “ibérico” nos referimos a la península Ibérica, donde están España y Portugal; y se decimos “vasco” nos referimos al territorio dividido por los Pirineos, que hace parte de España y de Francia.

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