Hablar del sector aeroportuario en la región Caribe no es solo describir una infraestructura de tránsito o de paso: es hablar de la puerta de entrada a una de las regiones más vibrantes, dinámicas y turísticas de Colombia. Es reconocer su papel como motor del desarrollo social y económico, y entender su rol como eje de conexión del país con el mundo. Sin embargo, también implica enfrentar una realidad que plantea retos estructurales, logísticos y de visión a largo plazo, si queremos estar a la altura del enorme potencial que representa este territorio para el continente.

En línea con estos desafíos, uno de los más apremiantes es la modernización de la infraestructura. La demanda de pasajeros ha crecido de manera significativa durante los últimos años, impulsada principalmente por el turismo, los negocios y la conectividad internacional que representa ciudades como Cartagena. El Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, se ha consolidado en un punto fundamental para la llegada de visitantes nacionales y extranjeros, lo que evidencia la importancia de ejecutar soluciones innovadoras que garanticen un servicio eficiente, cómodo y seguro, sin perder de vista la sostenibilidad y el respeto por el entorno urbano.

Actualmente, Cartagena moviliza cerca de 7.5 millones de pasajeros al año, con una clara tendencia al alza. Solo en vuelos mensuales, el Rafael Núñez opera más de 2.167 frecuencias, distribuidas entre 1.676 vuelos nacionales y 491 internacionales. Esto incluye conexiones directas con destinos como Nueva York, Madrid, Ámsterdam, Miami, Ciudad de Panamá y Lima, entre otros, operadas por 16 aerolíneas internacionales y 4 nacionales.

Más allá de estas cifras, la región Caribe necesita avanzar hacia una estrategia integrada de conectividad regional. Tenemos la oportunidad de ser articuladores de una red que facilite el tránsito no solo hacia el interior del país, sino entre los destinos de la gran cuenta del Caribe. Esta integración permitiría dinamizar el comercio, fortalecer el turismo comunitario, facilitar el acceso a zonas históricamente apartadas y cerrar brechas territoriales, contribuyendo así un desarrollo más equitativo

En este contexto, la colaboración público-privada se vuelve clave: el fortalecimiento del sector aeroportuario debe construirse desde un enfoque compartido entre autoridades, aerolíneas, empresarios, operadores aeroportuarios y comunidades locales. Solo así será posible diseñar un modelo de operación sostenible, que promueva un crecimiento urbano ordenado y eleve la experiencia de quienes nos visitan.

Y aquí hay una idea central: si queremos sostener esas proyecciones de crecimiento, debemos garantizar también la operación eficiente del Aeropuerto Rafael Núñez. Cartagena necesita una terminal con mayor capacidad, que continúe recibiendo a millones de turistas nacionales e internacionales, al tiempo que se avanza en la preparación de las condiciones necesarias para iniciar la construcción del Aeropuerto de Bayunca, proyectado para 2035.

Paralelamente, existen oportunidades concretas que no podemos desaprovechar: la digitalización de los servicios, la inversión en energías limpias y la implementación de tecnologías que optimicen el flujo de pasajeros y todos los procesos aeroportuarios. El viajero de hoy valora la agilidad, la personalización, la conectividad y el compromiso ambiental. Por eso, el aeropuerto del futuro no es solo una infraestructura moderna: es un ecosistema inteligente, conectado y sostenible.

En ese futuro, Bayunca está llamado a convertirse en el gran HUB del Caribe. Pero para que eso sea posible, el Rafael Núñez debe seguir pavimentando el camino: fortaleciendo su operación actual y sirviendo como una base sólida para esa transición. Cartagena se lo merece.

La región Caribe tiene todo para liderar esta transformación. Su potencial turístico, riqueza natural y cultural, y su posición estratégica, la convierten en un actor esencial para el desarrollo del país. Convertir esos activos en verdaderas ventajas competitivas es el gran reto que tenemos por delante. Y, al mismo tiempo, nuestra mayor oportunidad.

*Gerente de Aeropuerto Internacional Rafael Núñez

@CarlosACuartasQ