Siempre los historiadores ponen su propia tiza, no modifican mucho, sino adornan. Pero el adorno con el tiempo se les marchita, y brota la verdad. Muchos han tratado de contar historias imponiendo su lente, pero finalmente fracasan y quedan mal.
Nos cuentan, por ejemplo, que en los años 1500 el pirata Francis Drake se tomó a Cartagena, y la corona lo repelió. Pero la verdad fue que pidió rescate y, ¡se lo pagaron! Ahí comenzó lo de secuestrar y pedir rescate, cosa que nos ha traído hasta a denominar “retención” a lo que es un vil secuestro. Nos cuentan también que la guerra de la independencia se definió en la batalla sobre el Puente de Boyacá, donde los patriotas derrotaron a los españoles comandados por el valiente coronel José María Barreiro. La verdad fue que Barreiro no era ningún valiente y que ante la derrota se escondió, hasta que un niño de doce años lo descubrió y entregó.
El caso es que la historia puede maquillarse, pero no cambiarse: siempre se impone la verdad. La verdadera historia de hoy, aunque quieran maquillarla, muestra que un pequeño grupo de ideologizados y hasta depravados aprovechó la dispersión de los egos partidistas, la ausencia de un verdadero líder, y un sempiterno sentir de inconformidad, para asaltar el poder, tomárselo y, cual vándalos, arrasar con todo, destruir, y abusar.
Hoy es siete de agosto, día de la Batalla de Boyacá. Hoy hay que independizarse de la narrativa petrista. Hoy hay que hacer presencia en el Parque Washington para apoyar la protesta contra los desmanes del petrismo, y condenar los abusos contra el expresidente Uribe, víctima de un atentado judicial. Hay que marchar en contra de los desvaríos de los ideologizados Petro y sus secuaces y cómplices; en contra de aquellos que se sienten todopoderosos, y dueños del país y de la calle. No. El poder y la calle son de las mayorías. Por ello hay que montar una férrea oposición. Basta ya de posiciones blandengues y de ignorar la polarización. El país está polarizado, pero la inmensa mayoría es antipetrista, así que, si ostentan un poder, ello es efímero, porque no se les va a dejar eternizarse en el mando. Y tampoco podrán cambiar la historia.
Coletilla: Felicitaciones al exalcalde y exministro Jaime Pumarejo, quien ha sido designado director de Portafolio, el diario económico de El Tiempo, obligada consulta para quienes quieren enterarse de los temas económicos del mundo. Esta designación es un especial y merecido reconocimiento a los conocimientos y la formación de tan ilustre coterráneo.
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