¿Qué significa Lawfare (Guerra Jurídica)? Es una expresión que retumba con protagonismo tanto en tribunales como en titulares. Se refiere al uso estratégico del sistema jurídico como herramienta para alcanzar principalmente objetivos políticos, que se nutren no de la búsqueda de la justicia, sino de la intención de deslegitimar, desgastar, neutralizar o cancelar a un adversario sin recurrir a la violencia física.
El término fue acuñado en 2001 por el General estadounidense Charles Dunlap, para caracterizar la manera en la que actores no-estatales usaban el derecho internacional para limitar las acciones militares de potencias globales. Sin embargo, hoy su uso se ha ampliado, abarcando desde persecuciones judiciales motivadas políticamente hasta la manipulación de marcos legales para silenciar opositores o consolidarse en el poder.
Es una guerra librada en tribunales, donde los marcos normativos se convierten en armas y los jueces, fiscales y abogados en soldados de una batalla silenciosa. El Lawfare no es nuevo, pero su relevancia ha crecido en un entorno hiperconectado, donde la opinión pública y los procesos legales se entrelazan con rapidez.
En un mundo donde los conflictos ya no se libran únicamente en campos de batalla físicos, el Lawfare emerge como arma silenciosa que combina maniobras legales con tácticas de desinformación, presión mediática y polarización social.
En América Latina, el Lawfare ha sido un concepto central en debates políticos y procesos judiciales contra líderes políticos en Colombia, Brasil, Argentina o Ecuador. Los críticos argumentan que el Lawfare se manifiesta cuando se abusa de la justicia para inhabilitar candidaturas, erosionar apoyos populares, desprestigiar figuras públicas o desestabilizar gobiernos, utilizando acusaciones legales que, aunque puedan tener una base técnica, carecen de proporcionalidad o imparcialidad. Por otro lado, los defensores de estos procesos sostienen que no hay Lawfare, sino simplemente la aplicación del estado de derecho contra la corrupción o el abuso de poder.
El peligro del Lawfare radica en su capacidad para degradar la confianza en las instituciones, pues cuando la ciudadanía percibe que los tribunales son instrumentalizados, la justicia pierde su legitimidad, y con ella, se propicia la fractura de la cohesión social. El desafío es garantizar que los sistemas judiciales permanezcan como un pilar de garantías y no como un campo de batalla donde el poder y la manipulación, se impongan sobre la verdad.
@janielmelamed