El advenimiento de numerosas y diversas aplicaciones e instrumentos de la inteligencia artificial para la educación nos sumerge en un dilema constante: ¿hasta dónde son útiles para el aprendizaje?, ¿hasta qué punto lo menoscaban? y ¿son pertinentes en el logro de una educación integral?

Múltiples opiniones tildan a la IA como amenaza para el desarrollo cognitivo desde la niñez, con incidencia negativa en el pensamiento crítico, en el aprendizaje, en el razonamiento, en la creatividad, en la resolución de problemas, etc., mientras que otras alientan al uso consciente, ético, regulado y limitado de tales herramientas. Un estudio reciente de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), advierte que, entre las consecuencias neuronales y conductuales, está la acumulación de una “deuda cognitiva” por el uso permanente de asistentes de IA para la redacción de ensayos, puntualmente ChatGPT, refiriéndose a una probable disminución de las habilidades para el aprendizaje en el ser humano.

Un análisis de The Conversation sugiere que el tema tiene una complejidad mayor pues a quienes tienen a su cargo la labor de educar les corresponde, cada vez, aplicar mayores niveles de exigencia para acoplar adecuadamente la IA al proceso educativo. “Los educadores aún exigen a los estudiantes que completen las mismas tareas y esperan el mismo nivel de trabajo que hace cinco años. En tales situaciones, la IA puede ser perjudicial. Los estudiantes, en general, pueden delegar en la IA la implicación crítica con el aprendizaje, lo que resulta en pereza metacognitiva”.

Por los retos y logros que vive Barranquilla, su secretaria de Educación, Paola Amar, considera que la IA tiene un enorme potencial para transformar la educación en un espacio más equitativo, personalizado y relevante. Por ello, se reformó el currículo en la secundaria, incorporando formación en IA generativa, incluyendo a profesores y rectores; se creó un ecosistema digital con el sector privado, la comunidad científica, aliados internacionales; entre otras acciones.

Tengo la certeza de que estas herramientas deben coadyuvar, facilitar y potenciar la enseñanza y el aprendizaje, en lugar de limitar o sustraer por completo las capacidades cognitivas. Son pertinentes todas las investigaciones que lleven al sector educativo a analizar y determinar cambios en los procesos pedagógicos para que la IA sea una aliada. La conciencia sobre sus usos éticos, razonables y equilibrados debe ser condición sine qua non para la educación pertinente y de calidad.

@Rector_Unisimon