“Qué bueno, presidenta con A. Por eso hemos defendido nosotros, nosotras. La “A” es fundamental, por eso es presidenta con “A”.” En esas sandeces más ideológicas que idiomáticas, decide invertir parte de su sin duda valioso tiempo la presidente de México, habiendo tantos problemas reales por resolver.

Los sustantivos o adjetivos terminados en la letra “e” en español pueden ser unisex o comunes a ambos géneros, lo que significa que no cambian de forma según el género del sujeto o del sustantivo al que se refieren: Estudiante, cantante, cliente, caminante, vigilante y presidente. Se usan para hombres o mujeres que estudien, canten, compren, caminen, vigilen o presidan. Para esas palabras el artículo o el pronombre denotan el género: él o ella. El niño o la niña que obedece son obedientes, no obedientos y obedientas. Hombres, mujeres y homosexuales tienen amantes, no amantos y amantas.

Existen también sustantivos que terminan en una consonante y son comunes a ambos géneros como líder, cónsul, juez, mártir. Desfigurarlos para hacerlos femeninos es un esperpento, como en la líder-esa, que hasta despectivo suena, y habría que ver como masculinizarlos también.

Incurren además en una flagrante contradicción los de esa batalla cultural. Llevan años luchando por ponerles una “E” al final a palabras que terminan en “A” o en “O”, dizque para volverlas neutras, en una aparente deferencia trans en el idioma. Pero cuando se encuentran con las palabras que ya terminaban en “E” las quieren sexualizar, para dar gusto tal vez a la vertiente feminista del tal progresismo en el idioma. “Unes” a ponerle “E” a todo y otras a ponerle “A” a las que ya tienen la “E”. ¿Fuego amigo?

Además, hay sustantivos terminados en “A” para ambos géneros, por los que a los hombres no se nos ha dado por sentirnos excluidos. Me considero periodista después de haber escrito en este periódico por 15 años. Sería ridículo ofenderme porque me endilguen una palabra terminada en “A”, no se me ocurre pensar que me estarían tratando de mujercita ni de “gay”. Me sentiría orgulloso de ser artista si lo fuera sin ningún complejo por la “A”.

Los que vienen de la izquierda “WOKE” piensan que el mundo está lleno de relaciones de opresión. Creen lograr objetivos políticos o reivindicaciones sociales como justicieros idiomáticos. Respetar la forma original de los sustantivos y adjetivos terminados en “E” y utilizar los artículos y adjetivos apropiados para indicar el género es la manera adecuada de usar nuestro idioma. Punto.

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