En un furioso fallo judicial de esta semana una juez federal le quitó a Apple el control sobre el modelo de negocio del App Store, que incluía una controversial comisión del 30% de todo lo facturado dentro de las aplicaciones y muchas restricciones para redireccionar los pagos a alternativas externas. Lo más sorprendente del dictamen fue la evidente molestia de la togada con la decisión “intencionada” de la empresa de no cumplir con su veredicto previo de 4 años atrás. Inclusive compulso copias a la fiscalía para que investiguen si el vicepresidente de finanzas de la empresa mintió bajo juramento con sus declaraciones. En últimas el fallo, que ocurrió en el marco de una disputa legal entre la empresa y Epic Games – creadores del famoso juego Fortnite – obliga inmediatamente a Apple a permitir que los desarrolladores de las aplicaciones puedan redireccionar a sus usuarios a otras opciones de pago que no incluyan esta alta comisión. La respuesta de Apple es que apelará la decisión.
El efecto no es menor dentro en las finanzas de la empresa, ya que de los casi US$ 100 mil millones de ingresos de Apple reportados en el último trimestre (Q1 2025), se estima que el App Store puede llegar a ser el 7% de ventas y hasta el 20% de los ingresos operativos totales de la empresa, debido a su alto margen. Pero lo difícil es que esta no es la batalla jurídica más compleja a la que se enfrenta la empresa más grande del mundo.
Hace un poco más de un año el Departamento de Justicia del gobierno de EEUU demandó a la compañía alegando que utiliza su posición de monopolio en el mercado de los teléfonos inteligentes para limitar la innovación, asfixiar su competencia y desalentar a usuarios a comprar dispositivos de otros rivales. Esta litigación es más amplia que la del App Store, ya que se opone a la manera en que Apple opera todo su negocio e incluye ejemplos como el bloqueo de las super-apps y la frecuente baja interoperabilidad entre dispositivos de otras marcas y los suyos. La réplica de la compañía es que ese esquema restrictivo se deriva de sus protocolos de ciberseguridad y la privacidad de los datos de los usuarios.
Si bien los resultados financieros recientes demuestran que Apple sigue cumpliendo sus metas, la reacción negativa del mercado refleja que tanto los problemas legales como las dificultades con los aranceles están haciendo mella. Tal vez llegó la hora para la empresa de la manzana y sus directivos que entiendan que hoy hay un ambiente más hostil por parte de los reguladores hacia los grandes conglomerados tecnológicos y que se adapten a esa nueva realidad.
@RPlataSarabia