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Colombia

Trata de personas: una trampa para los más vulnerables

La Policía señala que en lo que va de año ha podido identificar 123 víctimas de este delito. Defensoría dice que las cifras pueden ser más altas.

Hace aproximadamente dos años *Ramón salió de Venezuela con la intención de poder conseguir un trabajo que le permitiera generar ingresos para costear los gastos de salud de su mamá, quien fue diagnosticada con cáncer en 2016. El hombre, quien hoy tiene 22 años, cuenta que la opción más fácil era, sin dudas, poder cruzar la frontera y llegar a una ciudad de la Costa Caribe colombiana que le permitiera conseguir el tan anhelado empleo.

Llegó a Barranquilla por recomendación de un amigo, quien le dijo que en esta ciudad las cosas serían más fáciles para él, debido a que las oportunidades laborales eran más amplias; sin embargo, al cumplir un mes los ahorros con los que había llegado ya se estaban acabando y necesitaba obtener ingresos de manera urgente.

“Un amigo me dijo que a través de redes sociales estaban haciendo una convocatoria para trabajar en la oficina. La verdad es que atendí la recomendación y fui a la dirección y estaba en el segundo piso de una casa. Allí me atendió un hombre, quien me contó de qué se trataba: era para laborar como modelo webcam. La verdad accedí al empleo por la necesidad”, cuenta Ramón.

El hombre relata que al pasar los días la situación en ese sitio se convirtió en un “infierno”, pues las promesas y condiciones laborales no eran las más dignas. “Me dijeron también que de la ganancia que iba a obtener me iban a descontar gastos de comida y hospedaje. A eso se sumó que las jornadas laborales se extendieron 18 horas sin días libres”, relató.

El hombre, sin saberlo, era víctima de trata de personas bajo la modalidad de trabajo forzado y explotación sexual, un delito al que –según las autoridades– están expuestas muchas personas en el país, debido a las inequidades socioeconómicas y de género; además de la reciente población de personas refugiadas y migrantes que utilizan el territorio como puente para llegar a otros países.

Tercer delito más rentable

De acuerdo con las autoridades, en Colombia este es el tercer delito más lucrativo después del narcotráfico y el tráfico de armas. En lo que va del año ha podido identificar 123 víctimas de este delito, la mayoría mujeres y 34 menores.

Según cifras del Ministerio del Interior, y a pesar de ser un fenómeno muy infrarrepresentado, entre 2013 y 2020 se registraron 686 casos de trata de personas, de los cuales el 82 % correspondió al género femenino, siendo la modalidad de explotación sexual  de mayor preponderancia con 408 casos, seguido por trabajos forzados con 134.

Sobre estas cifras, la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, en su más reciente informe hizo un acercamiento de cómo operan estas redes en Colombia.

 En el documento la organización indicó que este delito cada vez “más está presente” en los distintos territorios del país. “Los mecanismos de captación de víctimas de trata, en los que interviene población civil y estructuras delincuenciales en el país, se presenta de diferentes formas. El primero de ellos resulta de las ofertas laborales engañosas. Algunos de los tratantes ofrecen empleos en casas de familia, restaurantes, peluquerías u otros locales comerciales con ofertas que no se cumplen y sin exigir ningún tipo de documentación”, señaló la organización.

El segundo mecanismo, según Codhes, se da con la intermediación de familiares, amigos o conocidos de la víctima, a quien le describen las ventajas del “trabajo sexual o la prostitución”, donde además se les promete acompañamiento en los procesos de regularización migratoria entre otros.

El tercer mecanismo de captación identificado se da a través de redes de trata de personas “conformadas por grupos de delincuencia organizada que hacen presencia en zonas de frontera y con alcance, incluso dentro de Venezuela, aprovechando las condiciones de pobreza, vulnerabilidad y necesidad de las mujeres venezolanas para inducirlas a la prostitución y luego ser trasladadas a distintos departamentos del país”.

Unas zonas

Según el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, en Colombia este delito tiene vínculos con las dinámicas del conflicto armado no internacional. Una muestra de ello son los 70 municipios advertidos por el Sistema de Alertas Tempranas (SAT),  a través de sus documentos, “que visibilizan los escenarios de riesgo donde ocurren y pueden llegar a consumarse repertorios de violencia enmarcados y derivados del delito de trata de personas”.

“Este delito, a pesar de ser la tercera economía más rentable para los actores armados ilegales, guarda altos niveles de impunidad social y jurídica, convirtiéndolo casi en un delito invisible en nuestro país”, dijo Camargo a EL HERALDO.

De acuerdo con lo advertido por el SAT, la trata de personas ocurre en áreas urbanas (incluidas tres de las ciudades principales como lo son Bogotá, Barranquilla y Medellín), áreas rurales y municipios de diferentes departamentos.

También las zonas de frontera marítima y de frontera binacional, principalmente con Venezuela, configuran escenarios para que se presente este delito, pues en esa zona se articulan organizaciones de crimen transnacional perpetradores de trata de personas para trabajos forzados, instrumentalización para transporte de estupefacientes y prostitución en cuerpo ajeno, en ocasiones acompañada de tortura, homicidio y desaparición forzada.

Las autoridades recomiendan a las víctimas, en la medida de lo posible, denunciar “sin miedos” este fenómeno para poder ir desmantelando las redes que se han extendido no solo en el país , sino hacia el extranjero.  

Una aplicación para denunciar

Migración Colombia, a finales de julio pasado, lanzó LibertApp, un aplicativo en el que las víctimas de trata de personas y la ciudadanía pueden denunciar posibles casos relacionados con este delito y solicitar ayuda desde cualquier parte del mundo.

Según la entidad, la aplicación cuenta con un botón de pánico que envía, de manera inmediata, los datos básicos del denunciante y su ubicación  al Centro Operativo Antitrata de Personas, facilitando así la acción oportuna por parte de las autoridades.

Un riesgo para los migrantes

Los trabajos de inteligencia de las autoridades han podido identificar que grupos armados, como el Clan del Golfo, se lucran del tráfico de migrantes, un escenario que favorece la trata de personas.

Estos grupos se enfocan en la exigencia de dádivas a los denominados “coyotes” por el paso de los migrantes.

Entre tanto, una fuente policial señaló a EL HERALDO que “los migrantes también son obligados a llevar drogas en su tránsito por las diferentes fronteras del país. Eso es algo que pone en riesgo la seguridad de estas personas, cuya necesidad por llegar a sus destinos acceden a estas pretensiones de los grupos armados”.

Pero es en Necoclí donde hoy día los migrantes son las principales víctimas de este delito. En esa zona del país hay represadas unas 20.000 personas a la espera de poder cruzar el Golfo de Urabá en lanchas para luego atravesar la selva del Darién.

Precisamente esta situación ha obligado a varias personas a abordar lanchas ilegales, lo que ha dejado en los últimos 15 días el naufragio de dos embarcaciones y la muerte de al menos 4 personas.

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