La senadora cartagenera Nadia Blel rompió, por estos días, un techo de cristal que tenía 175 años de historia intactos al convertirse en la primera mujer en asumir la dirección del partido Conservador, una honorabilidad que llena de orgullo, pero que -al mismo tiempo- retrata la añeja mora que se extendía en los liderazgos del sexo opuesto.
De cara a la tercera legislatura y, en medio de un agitado ambiente político, la legisladora bolivarense, que reemplaza en la dignidad al barranquillero Efraín Cepeda, ya zanjó líneas rojas a la Casa de Nariño: las puertas están abiertas para llegar a acuerdos con el Gobierno Nacional, sin embargo, no habrá ningún tipo de espaldarazo a una supuesta asamblea nacional constituyente o propuesta de fast track.


