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Tras los actos vandálicos que se registraron este martes en la sede norte de la Universidad del Atlántico, los candidatos a la rectoría han hecho un llamado a la calma, al diálogo y a mantener el orden institucional dentro del campus.

De esta manera, de acuerdo con los aspirantes, se podrá desecalar el ambiente de tensión e incertidumbre que se ha venido generando en la institución ante el aplazamiento de la sesión del Consejo Superior para la designación del rector para el periodo 2025-2029, mientras la Procuraduría se pronuncia frente a las recusaciones presentadas contra los miembros de dicho órganos.

Danilo Hernández, quien estuvo al frente de la alma mater hasta hace algunos días y hace parte del listado de elegibles, enfatizó en la importancia de preservar la convivencia universitaria y utilizar el diálogo como un canal para la resolución de las diferencias entre los diversos estamentos.

“Nada justifica poner en riesgo la integridad de la comunidad y los bienes que con tanto esfuerzo hemos logrado. La estabilidad que logramos durante estos cuatro años no fue fruto de la imposición, sino del diálogo y la construcción conjunta de una Uniatlántico orientada al progreso”, dijo.

En ese sentido, enfatizó que “resolvamos nuestras diferencias desde la protesta pacífica y la construcción de consensos. No destruyamos lo que tanto nos ha costado; la institución es primero”.

Al respecto, el aspirante Wilson Quimbayo rechazó, de manera enérgica, los actos violentos que “siembran zozobra” en la Universidad del Atlántico: “El campus universitario debe ser centro de debate de ideas, no podemos volver al pasado de caos y terror”.

También instó a las fuerzas vivas de la universidad para que cesen las expresiones de violencia y retorne la paz en el claustro universitario.

“La institucionalidad debe prevalecer siempre; las personas pasan, las instituciones permanecen”, enfatizó.

Solicitud de acompañamiento a Defensoría

Por su parte, Álvaro González –actual vicerrector de Bienestar Universitario y candidato a la rectoría– solicitó a la defensora del Pueblo regional del Atlántico, Carolina Gómez Urueta, que se brinde acompañamiento y protección a los derechos humanos en la alma mater.

“Estos acontecimientos generaron alteraciones al orden institucional y riesgos para la seguridad del personal docente, administrativo y estudiantil, razón por la cual se hace necesaria la intervención y acompañamiento de la Defensoría del Pueblo en el marco de sus competencias constitucionales con el fin de garantizar la protección de los derechos fundamentales y promover el restablecimiento de un ambiente pacífico y seguro dentro del campus universitario”, se lee en la misiva.

Además, puso de presente que las “situaciones de violencia y daños materiales afectaron la integridad de las dependencias administrativas, así como la tranquilidad de toda la comunidad universitaria”.