La reciente contingencia a causa de la socavación en un tramo del tajamar occidental, en el sector de Bocas de Ceniza, ha generado una alerta entre diversos sectores que conviven de cerca con el río Magdalena.
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Para el gremio portuario de la ciudad, la situación es de “gran preocupación”, teniendo en cuenta que estas estructuras son clave para garantizar la estabilidad del canal de acceso a la zona portuaria. Y es que estas estructuras permiten encauzar la corriente del Magdalena, acelerar la velocidad con la cual corre y permitir expulsar el sedimento que generaba grandes acumulaciones de tierra en su delta.
Lucas Ariza, director de Asoportuaria, manifestó que el socavamiento de parte de la estructura es “un llamado de atención” frente a la necesidad de adelantar labores de mejoramiento en esta estructura.
“Este es un campanazo de alerta frente a la necesidad de intervenir y hacerle mantenimiento al tajamar que lleva así, hace mucho tiempo. Hace muchos años no se le hace un buen mantenimiento. Es una obra que ya está cercana a cumplir los cien años. En conversación con Cormagdalena se nos confirmó que van a hacer una visita de campo a determinar el tamaño o el impacto del daño”, expuso el líder gremial a EL HERALDO.
En esa conversación con Cormagdalena se entregaron los detalles de lo revelado por esta cada editorial en la edición de este domingo sobre los estudios, que están adelantados en un 90 %, para establecer las necesidades puntuales de intervención.
“No creo que la estructura en sí esté en riesgo, no pareciera. Digamos que si se cae la primera capa, no quiere decir que ya el tajamar va a desaparecer. Hay que ser cautos con saber cuál es el verdadero impacto. Lo que sí es cierto es que eso hay que hacerle mantenimiento”, agregó Ariza.
En la misma línea enfatizó que “ya desde hace tiempo hemos evidenciado que el tajamar ha perdido la función para la cual fue construido, porque tiene unas zonas donde el agua se permea mucho y eso en parte puede ser causante de la gran sedimentación y de la creciente necesidad de dragado que hay”.
El director de Cormagdalena recordó que estas intervenciones han estado pendientes de varios años. Incluso, mencionó que se encontraban incluidas en la APP de Navelena, la cual terminó en una caducidad.
“En la segunda APP, que terminó sin proponentes, también el contratista debía hacerle el mantenimiento a los tajamares, y como esta APP no salió, entonces lo que hizo Cormagdalena fue contratar un estudio para determinar en fase tres o en ingeniería de detalle qué tipo de obra y el costo para poder hacer el mantenimiento”, anotó el director de Cormagdalena.
Enfatizó que con la construcción de esa obra hidráulica es que logró que Barranquilla sea la ciudad pujante en el comercio internacional que es hoy en día. “Antes de construirse los tajamares, Barranquilla no era una ciudad de puertos. Aquí el ingreso y la salida de los de los barcos a vapor era muy complejo por la desembocadura del río Magdalena, que además tenía varios islotes que se armaban en su delta por la sedimentación”.
Además, recalcó que “lo que hicieron fue encausar el río para que tuviera suficiente velocidad para expulsar los sedimentos y poder tener las profundidades para que los barcos pudieran ingresar. Hoy en día, casi cien años después, su función es garantizar o ayudar a través de una obra de ingeniería hidráulica que el canal sea navegable. Si no existiera tajamar, pues, la navegabilidad sí definitivamente quedaría comprometida”.
Frente al panorama actual, Ariza hizo un llamado a la tranquilidad, pero sin caer en el relajamiento: “Es un tema que por supuesto afecta a las comunidades que ahí trabajan o que ahí viven y pues habrá que darle una solución rápida, pero en términos de navegabilidad por el momento no hemos tenido ninguna afectación”.
Falta de mantenimiento
Humberto Ávila, director del Observatorio del río Magdalena de la Universidad del Norte, apuntó que desde hace 10 años no se invierte en el mantenimiento de la estructura, a pesar de que son trabajos que se deben realizar con periodicidad.
“Un poco más de una década se hizo un mantenimiento puntual, pero no fue suficiente. La inspección y mantenimiento de esta estructura debe ser anual, pero no hay un presupuesto asignado para eso”, dijo.
Ávila también resaltó que las autoridades deben terminar los estudios de manera urgente para poder llegar a las conclusiones exactas: “Las condiciones actuales del tajamar ameritan urgentemente una inspección, diagnóstico y mantenimiento. Lo importante ahora es saber cómo el río y el oleaje pueden afectar al tajamar en el estado en que está actualmente”.
Por eso, agregó que “si no se atienden los deterioros actuales, éstos pueden ir aumentando de forma progresiva y puede que la estructura llegue a un nivel de deterioro que cualquier evento hidrometeorológico importante puede llegar a comprometer la estabilidad del tajamar y consecuentemente la actividad portuaria de la ciudad”.
¿Hay Barranquilla sin puerto?
El ex congresista barranquillero César Lorduy se refirió a la importancia del puerto para la economía de la ciudad y lo que podría significar que por una falla en los tajamares, se perdiera el acceso a esta zona.
“Sin tajamares, Barranquilla no tiene puerto. Si Barranquilla no tiene puerto, la mayoría de la carga que se queda en Barranquilla tendría que quedarse en otros puertos. Y estamos hablando que casi que el 60 % de la carga que llega a los puertos de la ciudad se queda en la ciudad. Si Barranquilla no tiene puerto, aproximadamente entre el 40 % y el 50 % de la carga que se genera en la ciudad y que sale por los puertos, tendría que salir por otro sitio diferente”, dijo.
A eso agregó que “si la actividad portuaria en Barranquilla, como consecuencia de haber colapsado los tajamares, resultara gravemente afectada, tendríamos un gran desempleo habida cuenta que la actividad portuaria le produce a la ciudad aproximadamente 27.000 empleos”.
Lorduy advirtió además que “la ley primera de 1991, o sea la ley portuaria, en su artículo 34, hay un parágrafo que dice que es responsabilidad de la nación mantener esas obras. Es decir, ese artículo, ese parágrafo lo que te demuestra es la preocupación inmensa que siempre hemos tenido. En otras palabras, tenemos unas obras que se deben hacer, que es necesario hacerle mantenimiento de manera frecuente. Y eso no se ha venido haciendo”.
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Se espera que durante esta semana Cormagdalena termine las visitas de campo para establecer claramente las necesidades las obras en ingeniería e inversión.