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Luego de más de tres años de haberse adjudicado el contrato para la construcción de los viaductos en la vía que comunica a Barranquilla y Ciénaga (Magdalena), el Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Vías (Invías) anunciaron la consecución de la licencia ambiental para poner en marcha esta obra, considerada como la “solución definitiva” a la erosión costera que amenaza a este corredor vial.

De acuerdo con la cartera de transporte, el proyecto contempla la construcción de dos estructuras. La primera comprende 5 kilómetros, mientras que la segunda tendrá 3 kilómetros. La inversión se ha tasado en cerca de $700 mil millones y se espera que las obras se extiendan por un periodo cercano a 72 meses.

En ese sentido, el Ministerio de Transporte resaltó que los viaductos han sido diseñados con los más altos estándares técnicos y ambientales.

“Este es un paso fundamental para garantizar la conectividad de la región Caribe y, al mismo tiempo, proteger uno de los ecosistemas más valiosos del país”, aseguró la ministra María Fernanda Rojas.

A su turno, el director general (e) del Invías, Jhon Jairo González, expuso que la licencia ambiental fue entregada tras adelantar todos los procesos pertinentes y realizar la correspondiente solicitud ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).

“Después de realizar el estudio de impacto ambiental más completo sobre la Ciénaga Grande de Santa Marta, cumplimos todos los requisitos exigidos por la máxima autoridad ambiental para avanzar en esta solución definitiva frente a la erosión costera causada por el cambio climático”, recalcó González.

Es de anotar que desde el Invías se han venido ejecutando obras de enrocado multicapas y reforzamiento en puntos críticos, con el objetivo de mitigar las afectaciones por la erosión y garantizar la seguridad en la transitabilidad mientras se inicia la construcción de los viaductos.

Desde los gremios

Héctor Carbonell, director del capítulo norte de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), resaltó que este avance marca un “hito” hacia la materialización de de un proyecto largamente esperado, cuyo alcance trasciende más allá de lo vial.

“Es una noticia que nos llena de esperanza e ilusión de tener una doble calzada completa entre Barranquilla y Santa Marta, si se suma esta obra a la ampliación que ya está contratada por la Gobernación del Magdalena y la terminación de la variante a Ciénaga”, mencionó.

Reiteró que esta es una infraestructura clave para garantizar la conectividad, fortalecer la competitividad de los territorios y mitigar los riesgos derivados de la erosión costera y el cambio climático que amenazan este corredor estratégico.

Por su parte, Efraín Cepeda Tarud, presidente del Comité Intergremial del Atlántico, destacó que la obtención de la licencia ambiental para la construcción de los dos viaductos en la vía entre Barranquilla y Ciénaga representa un “avance importante” hacia la materialización de una “obra vital” para la conectividad del Caribe colombiano.

“Tras más de dos años de retraso por este trámite, lo que corresponde ahora es dar inicio cuanto antes a la fase de construcción y garantizar que los viaductos entren en operación sin más dilaciones, en beneficio del desarrollo regional”, resaltó.

Asimismo, destacó que por este corredor se movilizan diariamente alrededor de 12.000 vehículos.

“Se trata de un eje logístico estratégico que conecta los puertos de Barranquilla y Santa Marta y por donde ingresa el 75 % de los alimentos que abastecen la Central de Abastos del departamento”, puntualizó.

Es una deuda histórica con la Ciénaga Grande de Santa Marta: Cepeda

Para el senador conservador Efraín Cepeda, la aprobación de la licencia ambiental es un paso trascendental, al tiempo que indicó que es “inconcebible que el Gobierno haya tardado tres años en entender la urgencia de proteger la Ciénaga Grande de Santa Marta y garantizar la conectividad de una vía estratégica para el Caribe”.

Al respecto, mencionó que “esta es una reserva de biósfera reconocida por la Unesco y un humedal Ramsar, del cual dependen miles de familias. Su defensa es una causa que he abanderado por más de una década desde el Congreso. Esta licencia es una deuda histórica y estaremos vigilantes”.

Cabe recordar que el proyecto fue adjudicado en marzo de 2022 y el acta de inicio se firmó en julio del mismo año, mientras que a finales de 2023 se presentó el estudio de impacto ambiental ante la Anla. Los retrasos en el trámite se debieron a consultas a entidades como Parques Nacionales y la DAMCRA.