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'El miembro que nos quitó la guerra no se perdió, se convirtió en la sonrisa de la gente y en la paz que respiramos hoy', fueron las palabras de Fabio Baldovino Buelvas, uno de los miembros de la Fuerza Pública que perdió ambas piernas en combate y que el pasado 19 de mayo llegó junto con 17 compañeros a Chalán.

Por primera vez después de la guerra, estos 18 héroes volvieron a los Montes de María. La mayoría tenía más de una década de no haber vuelto a estas tierras, pero debían cumplir esa cita con la realidad, a la que no temían, pero sí miraban con nostalgia porque su ideal era seguir dándolo todo por la patria.

En los Montes de María murieron 199 integrantes de la Fuerza Pública y 367 resultaron heridos durante el conflicto armado reciente, según datos de la Infantería de Marina.

Al llegar a la plaza principal de Chalán los héroes fueron esperados con una calle de honor y el calor de los aplausos de los nativos, algunos de los cuales no pudieron contener las lágrimas.

A pocos metros de donde el 12 de marzo de 1996 estalló un burro bomba y murieron 11 policías, se llevó a cabo el Homenaje a la Paz que pretendía mantener en la memoria nacional a quienes lograron la consolidación de esta región, única en Colombia. El sargento viceprimero de infantería de Marina y presidente de la Asociación Guerreros Heridos en Acción, Evis Alberto Paternina Barreto, de 46 años, perdió la movilidad de las piernas tras sufrir un golpe en la médula a causa de minas antipersonas en Palo Alto (San Onofre). Ese episodio, en lugar de debilitarlo, lo fortaleció, y logró asociar a 26 exintegrantes de la Fuerza Pública que como él viven en carne propia las secuelas de la guerra.

Las historias de estos héroes que no llegaron en caballos, con capa o armadura de acero sino con sillas de ruedas y muletas, más que dolor para los habitantes, fue motivo de fortaleza, templanza y ante todo ganas de superación. Y es que así lo manifestaron ellos, aseguraron que los primeros días hubo depresiones, intentos de suicidios y reproches a la vida y a Dios, pero el tiempo les fue dando explicaciones y enseñando formas de vida que nunca pensaron.

Lo más importante para estos hombres, algunos del Ejército y otros de la Infantería de Marina, fue que lucharon por años para que la comunidad pudiera vivir nuevamente la paz, sin temor a tropezarse con milicianos de los frentes 35 y 37 de la Farc.

Uno de ellos es el infante de Marina Óscar Darío Rojas Gallego. Desde el 30 de noviembre del 2004 no camina, perdió las piernas en un campo minado en Don Gabriel (Ovejas). 'Estábamos en un patrullaje de registro y control porque sabíamos que los guerrilleros tenían un campamento y nos tomamos los cerros Miramar y Pela'o. Como a los tres días de estar allá nos hostigó la guerrilla y a unos 500 metros de donde estábamos acampando caímos en un campo minado. Yo pisé la mina y fui el más afectado', rememora.

Tenía 22 años para esa época y solo tres de formar parte de la Infantería, 'pero valió la pena porque todo nuestro esfuerzo se refleja en la tranquilidad de los habitantes'.