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El relato es el de su padre, el médico vallenato Fernando Dangond Castro, el cual dio a conocer en febrero de este año en varios medios de comunicación. Dijo que 'fue hace 2 años en un 12 de diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, cuando mi carrera desenfrenada atravesando el mundo material se encontró con una pared de hierro y me estrellé. Sí, sentado frente a esos doctores que me decían con la mayor sobriedad que mi hi- ja Cristy, de 6 años de edad, tenía un cáncer terminal, allí me estrellé y sentí que mi vida se partió literalmente en dos'.

'La angustia mezclada con terror, dolor e impotencia me envolvían como unas llamas del mismo infierno. Vi las llamas a mi lado y frente a mí, para ser más preciso. En ese mismo hospital donde décadas antes me entrené como neurólogo y hacía rotaciones de oncología pediátrica, allí y ahora era mi preciosa hija Cristy, una paciente de cáncer'.

Cristy fue diagnosticada con un rabdomiosarcoma metastásico, uno de los cánceres más agresivos y malignos que existen. El tumor primario, de gran tamaño, fue encontrado en el tórax y le había causado un colapso del pulmón izquierdo. Además tenía nueve metástasis en el cráneo y diseminación por múltiples cuerpos vertebrales (los huesos de la columna vertebral). 'A mis colegas médicos les estaba quedando claramente difícil establecer contacto visual conmigo cuando discutían su pronóstico', contó.

'Al cuarto día de la hospitalización, mientras estábamos, Mónica mi esposa, Cristy y yo en el recinto de la escanografía ósea, nos ocurrió un milagro. Mónica sintió que su padre Alfredo (quien había muerto un año antes) le habló con gran claridad y le dijo: 'No se equivoquen, Cristina sí tiene cáncer, pero ella va a ser un milagro de Dios en el año de la fe. Por ella están intercediendo la Virgen de Guadalupe, la Virgen de Lourdes, La Virgen de Fátima, La Virgen de la Medalla Milagrosa, Santa Bernardita, Santa Filomena y la Madre Teresa de Calcuta. Dile a Fernando que él no debe preocuparse porque no pudo hacer nada por mí el día de mi accidente. Yo tenía que haberme muerto porque tenía que estar hoy aquí al lado de Cristina, cuidándola. Y dile a Fernando que su papá está al otro lado de Cristina también cuidándola. Cristina va a atraer a un ejército de personas a Dios'.

'Mónica me dijo todo esto temiendo pasar por loca, y muy angustiada me pregun- tó: '¿Tú me crees?'. -Le respondí inmediatamente: 'Yo no creo en brujas ni en cosas de esas, pero yo en Dios sí creo'. -Replicó: 'Mi papá me pidió que los dos rezáramos al lado de Cristy'.

Sostuvo que 'inmediatamente nos acercamos a Cristy y comenzamos a orar. Unos cinco minutos más tarde, mientras orábamos, Mónica exclamó: 'Sentí otra vez la presencia de mi papá, y me dijo que nos van a dar una buena noticia'.

Al minuto entró al recinto el radiólogo a cargo de la interpretación de la escanografía ósea, y con una gran sonrisa y entusiasmo, nos dijo: 'El examen es totalmente normal!'.

'Desde ese momento, empecé a rezarle a toda hora a ese Dios misericordioso y divino, quien me perdonó que yo lo hubiera olvidado por tanto tiempo, diciéndole 'Gracias Señor por haber sanado a Cristy.' El resto de la historia, miles de personas lo saben: a las seis se- manas de haberle iniciado el tratamiento de quimioterapia, todo el cáncer se había desaparecido en los exámenes de seguimiento.

'Digo miles de personas porque sí se cumplió el hecho: en el grupo de oración de Facebook '1 Millón de Oraciones por Cristy Dangond Lacouture' hay más de 32 mil personas (sin contar sus familiares y círculo de amigos) orando por Cristy y por muchas otras personas que lo necesitan. El grupo de oración en Inglés también cuenta con miles de miembros. Es un verdadero ejército de la bondad, el amor al prójimo, la fe y la esperanza. Me llegan muchos mensajes de personas que han recibido milagros por el poder de la oración de este ejército'.