En una fábrica de China, un robot humanoide suspendido por poleas comenzó a lanzar golpes violentos contra dos trabajadores que se encontraban cerca. El episodio, que duró menos de 20 segundos y quedó grabado por cámaras de seguridad, despertó preocupaciones sobre la seguridad de estas tecnologías.
En las imágenes se observa a dos empleados monitoreando el robot a través de una pantalla cuando, de forma súbita, la máquina comienza a mover descontroladamente sus extremidades, lanzando patadas y puñetazos que obligaron a uno de los trabajadores a retroceder asustado. La violenta reacción del humanoide no solo representó un peligro para los presentes sino que también provocó daños materiales, derribando la pantalla de control, la mesa y diversos objetos cercanos.
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Los empleados actuaron con rapidez y lograron desconectar el dispositivo antes de que el incidente escalara. Expertos sugieren que un fallo en los comandos de programación habría sido el responsable del comportamiento errático del robot.
Recientemente, en Pekín, el humanoide Tiangong Ultra participó en una media maratón, completando 21,1 kilómetros en 2 horas, 40 minutos y 42 segundos, superando incluso a algunos corredores humanos.
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En redes sociales, los usuarios señalan que el incidente plantea importantes interrogantes sobre los protocolos de seguridad necesarios para la implementación masiva de robots humanoides, especialmente cuando estos poseen características físicas —como el Tiangong Ultra con sus 1,80 metros de altura y 55 kilos de peso— que los hacen potencialmente peligrosos en caso de fallos técnicos.
