Ver a una hija coronarse reina infantil de la fiesta cultural más grande de Colombia no es un episodio cualquiera. Para Checo Acosta, que ha pasado más de tres décadas cantándole al folclor y a este patrimonio, ese momento adquiere otra dimensión. No habla solo el artista al que muchos han llamado el príncipe del Carnaval; habla el padre que ve cómo la tradición que ha defendido toda su vida hoy camina en los pasos de uno de sus terruños.
Ese sentimiento se volvió canción este lunes 29 de diciembre con el lanzamiento de ‘Sharon es Carnaval’, el tema oficial de la reina del Carnaval de los Niños 2026, Sharon Acosta Tobón, la pequeña heredera de una dinastía musical que ha puesto a bailar al Caribe por generaciones.
En los días previos al lanzamiento, en las redes sociales realizaron la cuenta regresiva. Allí, Checo abrió el corazón y explicó lo que significó este tema para él.
“Yo lloré escribiéndola una madrugada y ya ver esta canción, que es una canción hecha para mi hija, tiene un significado sentimental. Es folclor y es extraño ver una canción folclórica no de lamento sino de sentimiento. Hacía rato no sentía esto”.
El estreno se vivió con emoción en Cinépolis del centro comercial Mall Plaza, donde antes de que las luces se apagaran, la pequeña soberana dio sus primeras impresiones por haber llegado al anhelado día del lanzamiento.
“Fue muy emocionante todo. Me encantó el Bullerengue, el Mapalé. Es un sentimiento hermoso, es indescriptible lo que sentí, tan orgullosa de mis padres que siempre me han apoyado. Y sé que mi abuela Ruth en el cielo debe estar feliz”.
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Y si hay una persona que la ha acompañado en este arduo proceso es su madre, Jazmín Tobón, lo cual para ella ha significado abrir un espacio que llevaba guardado por años, un territorio interior que solo pudo salir a flote gracias a su hija.
“Yo lo siento así y le doy gracias a mi hija, que me ha dado esa oportunidad de explorar y crear todo eso, todo lo que tengo adentro”.
Una premiere carnavalera
Las playas de Puerto Velero, el estudio de Bastidas y el colegio Biffi La Salle fueron las locaciones elegidas para sacar a flote este sentimiento carnavalero.
Desde que eligieron a Sharon, para Checo no era solo pensar en ideas, compromisos o en la música para el Carnaval, sino vivirlo desde la familia. “Una cosa es hacer música para el Carnaval y otra es tener una en el Carnaval. No es una presión doble, es una presión triple”.
El cansancio ha sido parte del camino. “He dormido un poco en estos días y lo que falta. Además, yo tengo un defecto, que cuando me presionan no hago nada. Yo le dije a mi esposa: no tengo cabeza para hacer nada”.
Y no era para menos. En su cabeza se juntaban muchos proyectos: ya grabó el título del Carnaval, hizo una producción para su papá, creó el himno del Carnaval de los niños y tiene lista una canción que aún no ha lanzado, ‘El príncipe entre reyes’, junto a Dolcey Gutiérrez y el maestro Aníbal Velázquez.
Pero al final, todo valió la pena. En una de las más significativas, Sharon aparece tocando el piano, mostrando una destreza que recuerda inevitablemente a su abuelo Alci Acosta, otro pilar de esta historia musical.
“No les puedo describir, en tan solo una canción, lo que acabo de sentir, me salió del corazón. Me ha enseñado el buen camino, me ha dejado de lo malo, qué bonito es mi destino, y mi rena es demasiado”, dice la primera estrofa.
Puro folclor sentimental
La nieta de Ruth no puede estar más feliz. Checo lo dice con orgullo, afirmando que fue ella quien le dio la inspiración aquella madrugada cuando escribió la canción.
“Le agradezco a mi mamá que me dio el momento de tranquilidad y de inspiración, yo estaba bloqueado y fue como un regalo de Dios”.
El soledeño reconoce que no fue fácil. “Es la primera canción que se compone con tanto sentimiento, con tanto deseo reprimido, pero a favor del amor que sientes por tu familia”.
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Acostumbrado a la recocha, al tambor y a la fiesta, sentarse a escribir algo más íntimo fue un reto. “Hacer una canción que tuviera sentimiento, alegría y folclor no era tan fácil, pero aquí tenemos bullerengue, mapalé porque la música folclórica también tiene lamento”.
Allí al lado de su padre, Sharon explica que la canción lleva su nombre porque habla de lo que es y de lo que ama. “Me representa por todo, por mi baile, por el Carnaval. Toco el piano, un legado que me deja mi abuelo. Me enorgullece mucho tenerlo”.


