La actriz y cantante francesa Brigitte Bardot, uno de los rostros más icónicos del cine europeo del siglo XX y símbolo erótico indiscutible de las décadas de 1950 y 1960, falleció este domingo a los 91 años. Considerada una de las últimas grandes leyendas vivas del cine francés, su muerte marca el cierre de una era dorada.
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Su deceso se produjo en La Madrague, su residencia ubicada en Saint-Tropez, en la Costa Azul francesa, aunque por el momento no se han revelado las causas.
Protagonista de clásicos como Y Dios creó a la mujer (1956), La verdad (1960) y El desprecio (1963), Bardot redefinió la imagen femenina en la gran pantalla. Su presencia desbordaba sensualidad, pero también rompía con los moldes tradicionales del Star System, convirtiéndola en un fenómeno cultural que trascendió el cine. Así lo afirma a EL HERALDO, el Doctor en Comunicación de la Universidad del Norte y director de cine Óscar Arias Díaz. “Ella redefinió el concepto de Sex Symbol y del Star System. Antes, como ahora, las películas atraían al público por los grandes nombres, y ella fue una figura que destronó incluso a Sophia Loren tras Y Dios creó a la mujer. Combinó sex appeal con elegancia, como Marilyn Monroe o Ava Gardner. Además, fue reconocida por su férrea campaña contra el abuso animal. Su partida es simbólica: muere el mismo día en que se conmemora el nacimiento del cine con los hermanos Lumière, hace 130 años. Se va una estrella del séptimo arte”.

Por su parte, el cineasta barranquillero Jhony Ortiz Iglesias la definió como un reflejo puro de su tiempo: “Fue un ícono sensual y de libertad, aunque nunca se declaró feminista ni estuvo de acuerdo con ese movimiento. Su aparición en bikini en Cannes marcó época. Bardot nunca quiso adaptarse a Hollywood como lo hizo Sophia Loren; representa, ante todo, al cine francés. No fue una actriz premiada con grandes galardones, pero sí un ícono de la moda y la sensualidad, comparable en impacto cultural a Marilyn Monroe”.
Jorge Ferreira, coordinador cultural de la Alianza Francesa de Barranquilla, dijo que su legado, influencia y recordación es innegable, “sobre todo porque se atrevía hacer lo que otras no a nivel artístico, sobre todo en el tema del erotismo”.
BB, más que una actriz
Conocida mundialmente por las iniciales BB, Brigitte Bardot tuvo una carrera cinematográfica breve pero vertiginosa. Se retiró del cine a los 39 años, cuando todavía era una de las mujeres más fotografiadas del planeta. Sin embargo, su magnetismo no se limitó a la actuación: también desarrolló una exitosa trayectoria musical.
Para la historia quedó el tema Je t’aime… moi non plus, grabado originalmente en 1967 junto a su entonces amante, el provocador músico Serge Gainsbourg. La canción, cargada de erotismo y gemidos sensuales, escandalizó a la época y se convirtió en un himno transgresor que aún hoy provoca rubores.

Tras abandonar el cine, Bardot inició una segunda vida pública dedicada al activismo en defensa de los animales, causa a la que entregó gran parte de sus energías y recursos. Sus imágenes denunciando la caza de focas en Canadá, en la década de 1970, dieron la vuelta al mundo.
Su figura también estuvo rodeada de controversias. Bardot expresó en reiteradas ocasiones su apoyo a posturas reaccionarias y xenófobas, y mantuvo cercanía política con Jean-Marie Le Pen y su hija Marine Le Pen, actual líder de la ultraderecha francesa.
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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, escribió en X: “Sus películas, su voz, su gloria deslumbrante, sus iniciales, sus penas, su generosa pasión por los animales, su rostro convertido en Marianne; Brigitte Bardot encarnaba una vida de libertad. Existencia francesa y brillo universal”.





















