Compartir:

En Colombia, septiembre ya no es solo el mes que abre el último trimestre del año. Para muchos, es también el inicio no oficial de la Navidad. Y todo gracias a una frase que nació en el corazón de la radio costeña, “desde septiembre se siente que viene diciembre”.

Lea más: Colombianos podrán elegir a la próxima Miss Universe Colombia: votaciones abiertas hasta el 28 de septiembre

Como cada 31 de agosto, miles de oyentes esperan a que el reloj marque la medianoche para escuchar, a través de Olímpica Stereo, ese jingle que da la bienvenida anticipada a la temporada más alegre del año. Lo que para algunos es una ocurrencia radial, para millones se ha convertido en un símbolo nacional.

La historia de esta frase se remonta a los años 90, cuando en una reunión de producción de Olímpica Stereo, Miguel Char, músico, productor y accionista de la Organización Radial Olímpica, propuso adelantar la música navideña. Lo acompañaban Andy Pérez, entonces director de la emisora, y Rafael Páez, gerente nacional de producción. En ese entonces, lo tradicional era comenzar con música de diciembre hacia el 15 de noviembre, pero Olímpica decidió ir más allá.

Ver más: La actriz y presentadora Margarita Ortega confirma relación con colega del Canal 1

“¿Qué tal si juntamos a todos los meses terminados en ‘bre’ y desde ahí empezamos a sonar villancicos y música tropical?”, recordó Miguel Char en entrevista con El Heraldo. Así nació la campaña que cambió la forma de sentir la Navidad en la radio colombiana.

La idea fue más allá de una estrategia de programación, se convirtió en una tradición nacional. Desde entonces, artistas como Rodolfo Aicardi, Pastor López y Los 50 de Joselito comienzan a sonar desde el primer día de septiembre, dando paso a un ambiente festivo que se siente en las calles, los hogares y, por supuesto, en las emisoras.

Con los años, la frase trascendió la radio. Hoy circula en redes sociales, memes, cadenas de WhatsApp y conversaciones cotidianas, recordándole a todos que el espíritu navideño en Colombia no espera a diciembre. Es una expresión que conecta generaciones y que, desde Barranquilla, se extendió a nivel nacional e internacional.