Shemp, Larry y Moe. Aunque son los nombres de tres personajes, fácilmente pudieran ser sinónimos de risa, comedia y mucha gracia, pues eso es lo que ha generado este icónico trío desde hace ya un siglo.
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Sí, son ellos, los únicos e irrepetibles, los extravagantes, Los Tres Chiflados, esos que hicieron que varias generaciones crecieran con su humor característico, con sus bromas y su forma de relacionarse.
Son 100 años. Eso ha pasado desde que este grupo empezara a reunirse por primera vez en el teatro. Además, hace 90 años dieron el salto al cine, medio en el que se consolidarían y hace 5 décadas, Hollywood les dio un homenaje que tanto merecían: su estrella en el Paseo de la Fama.
Por eso, para conmemorar este aniversario número 100 de Los Tres Chiflados, EL HERALDO conversó con expertos y fanáticos de este cómico trío conformado por los ya mencionados Shemp, Larry y Moe, aunque con algunas variaciones, para conocer las razones detrás de su éxito, su legado y cómo recuerdan esas épocas de antaño, sentados frente al televisor para reír con sus bromas.
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De las tablas al cine
Aunque fue gracias al audiovisual que el talento de este grupo alcanzaría el reconocimiento mundial, es a las tablas del teatro a las que se le debe su reunión.
Hacia comienzos de 1920, Ted Healy, un comediante y actor de vodevil, fue el encargado de reclutar a Moses Harry Horwitz, Moe, para potenciar su acto en el teatro. Luego, tras escuchar su risa en el público, invitaron a Samuel Horwitz, Shemp, hermano de Moe en lo que fue el grupo Ted Healy and his Stooges (Ted Healy y sus chiflados).
Luego se unió Louis Feinberg, conocido como Larry, y ahí quedaba conformado el trío original, que luego se separaría de Ted Healy y empezaría su carrera de manera independiente.
'La entrada y salida de los personajes era parte de su historia hasta encontrar la fórmula de tres que los lleva a la gloria del cine, luego la televisión, el vídeo y ahora las distintas plataformas que hacen parte del ecosistema audiovisual', aseguró Óscar Arias Díaz, Docente del programa de Comunicación Social de la Universidad Tecnológica de Bolívar.
Esto, debido a que si bien Larry y Moe estuvieron siempre, el tercer personaje cambió en diferentes ocasiones. Shemp estuvo entre 1923 hasta 1932 y luego nuevamente en el período comprendido entre 1946 a 1955.
Por su parte, Jerome Lester Horwitz, Curly, hermano de Moe y Shemp, fue el tercer chiflado entre 1932 y 1946.
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El quinto actor fue Joseph ‘Joe’ Besser quien lo hizo entre 1956 a 1957. Y, finalmente, Joe Derita estuvo entre 1958 y 1970, cuando el grupo terminó.
'Los tres chiflados hacen una comedia sencilla y parten del gag (golpe de efecto cómico) para ser fácilmente consumidos por el espectador', agregó Arias Díaz.
Y es que las tablas del teatro se les quedaron pequeñas y la creación de los Hermanos Lumière, Louis y Auguste, con el cinematógrafo empezaba a crear ya una industria sólida, por lo que los grandes estudios nacientes vieron una posibilidad en llevar al cine a los chiflados.
De acuerdo con el cineasta Pepe Enciso, director del Cine Club de La Aduana, en Barranquilla se presentaban sus cortometrajes en los diferentes teatros de la ciudad, especialmente en el Metro que disponía de una programación infantil en las mañanas.
'Los Tres Chiflados fueron la competencia de los Hermanos Marx, Chico, Harpo y Groucho, gracias a su humor que eran muy irreverente. Ellos exploraron lo que se llamaba el Slapstick que era el humor físico, o sea, caídas y cachetadas. No tanto humor verbal, sino más que todo como el humor físico'.
Así fue como en su extensa filmografía cuentan con 29 largometrajes, 2 mediometrajes y 196 cortometrajes -de los cuales 5 fueron producidos por la Metro-Goldwyn-Mayer y 190 para la Columbia Pictures- realizados entre 1930 y 1970.
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Su humor y legado
El humor y la manera de hacerlo responde al contexto en el que el comediante se desarrolle. Por eso, con el pasar de los años la comedia de tipo Slapstick fue desapareciendo, aunque el legado de Los Tres Chiflados ha influenciado a grandes artistas de generaciones más cercanas.
'La comedia que representaban era una sincronía entre tiempo y oportunidad, dentro de lo más canónico del género. Partiendo de lo físico y con muy pocas líneas que luego poco a poco hicieron parte de sus gags. Indudablemente su legado ha inspirado a grandes del cine como lo son: Woody Allen, Steve Martin, Richard Prior o Robin Williams, quienes de manera directa o indirecta construyeron un estilo propio pero siempre con una huella de Los Tres Chiflados', explicó Óscar Arias.
Asimismo indicó que el humor de los chfilados puede llegar a tantas generaciones por tener situaciones cercanas al público, donde todo lo que puede salir mal, sale mal.
'Los tres chiflados se definen como unos genios, irreverentes e irrepetibles, como todas las historias del audiovisual respondieron a un contexto histórico que poco a poco se ha ido eclipsando por el tiempo. Pero, siempre serán un recuerdo de la gente que quiere hacer algún tipo de comedia o aquellos que simplemente quieren sonreír por unos minutos'.
Entre tanto, el cineasta Pepe Enciso explicó que el legado de Los Tres Chiflados fue seguido por comediantes de la talla de Jerry Lewis en los años 60 y 70, y que para las generaciones actuales alguien que tiene esa vena artística es Jim Carrey en cintas como La máscara.
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Sus fans los recuerdan
Iván Martínez es uno de esos fanáticos de Los Tres Chiflados que todas las tardes se sentaba frente al televisor de su casa para reír junto a sus amigos y hermanos. Era un plan imperdible en esas épocas de juventud.
Hoy a sus 64 años los sigue recordando de la mejor manera. 'Tenían un humor blanco, ingenuo, en aquella época no manejaban tanta maldad y entonces disfrutábamos con Shemp, Larry y Moe. Las mismas maldades que hacían ellos las hacíamos nosotros con los compañeros, con los amigos, con los hermanos', comentó a EL HERALDO.
Asimismo, explicó que tanto él y las personas de su generación que crecieron viendo a los chiflados en la pantalla, aprendieron a tener un corazón noble, pues les dejó enseñanzas para la vida.
'La familia se reunía toda alrededor del televisor para ver Los Tres Chiflados, era obligatorio. Los he vuelto a ver por las redes sociales, capítulos o pequeños cortes que dieron en esa época'.
En esa misma línea se encuentra Giovanny Martínez, quien aunque hoy vive en la capital del país se crió en el barrio San Blas, pegado frente al televisor de su casa viendo con sus amigos Los Tres Chiflados.
'Yo tengo 54 años, y era un niño cuando vivía en San Blas. Todo el mundo en la casa veía el programa, yo recuerdo que mi papá también lo veía, un hermano mayor que ya falleció lo veía'.
Sobre el humor de Los Tres Chiflados, Martínez comentó que 'se golpeaban entre ellos, se reían, hacían travesuras. El recuerdo que tengo de esas series que sin duda en ese tiempo fue lo más cómico que había junto con El Chavo del 8. El humor de ellos a veces era como un humor mudo, porque no hablaban mucho, sino que se expresban con gestos, iban a hacer algo, se caían, se paraban, el otro golpeaba al otro, eran como torpes'.
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