En el escenario de la vida, las altas temperaturas emergen como un actor poderoso que trae consigo un guión de cambios y desafíos. La ola de calor lleva a la sociedad a adaptarse y buscar formas de refrescarse.
{"titulo":"Estos son los riesgos de bebidas energizantes para la salud física y mental","enlace":"https://www.elheraldo.co/salud/estos-son-los-riesgos-de-las-bebidas-energizantes-para-la-salud-fisica-y-mental-1023485"}
Las ciudades zumban con el sonido de los aires acondicionados, las piscinas se convierten en oasis urbanos y las playas se llenan de personas que buscan alivio.
Sin embargo, el calor extremo también plantea problemas. Las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los grupos vulnerables como los ancianos y los niños, lo que pone a prueba los sistemas de salud y las medidas de seguridad pública.
La temperatura global promedio sobre la superficie del planeta marcó el martes 4 de julio el récord de 17,18 grados Celsius (62,92 Fahrenheit), según un análisis de la Universidad de Maine.
El nuevo récord, desde que comenzaron los registros en 1979, superó el anterior de 17,01 Celsius (62,62 Fahrenheit) registrado el lunes pasado, de acuerdo con el proyecto Climate Reanalyzer de dicho centro universitario.
La combinación de El Niño temprano y el cambio climático han llevado a advertencias de científicos que han vaticinado éste como uno de los años más calurosos registrados.
{"titulo":"OMS recomienda 'mapas urbanos de calor' para reducir muertes ","enlace":"https://www.elheraldo.co/medio-ambiente/oms-recomienda-mapas-urbanos-de-calor-para-reducir-las-victimas-del-calentamiento"}
Asociado con un trastorno en la temperatura corporal, el cardiólogo y vicepresidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología Jannes Buelvas explicó a EL HERALDO lo que se produce en el cuerpo durante este fenómeno.
'Hay un trastorno en la termoregulación de nuestra temperatura corporal aumentándola hasta 40 grados, ocasionando que se produzcan fenómenos como taquicardia, deshidratación, alteraciones sensoriales y en algunos casos colapso y muerte'.
Sin embargo, además de alterar la salud física, también repercute en el bienestar mental.
Las altas temperaturas pueden hacer que las personas se sientan incómodas y sudorosas, lo que a menudo lleva a la irritabilidad y la agitación. Las personas pueden volverse más sensibles y reaccionar de manera exagerada a situaciones cotidianas debido al malestar físico.
El calor puede provocar fatiga y agotamiento, lo que también puede afectar la capacidad de concentración y la función cognitiva. Las personas pueden tener dificultades para mantener la atención en tareas y sentir que sus procesos mentales se vuelven más lentos.
El calor puede interrumpir los patrones de sueño normales, lo que puede llevar a la irritabilidad diurna, la falta de concentración y la fatiga mental y puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad en algunas personas.
La sensación de opresión y la dificultad para encontrar alivio pueden contribuir a un aumento en los sentimientos de tensión y preocupación.
Además, interfiere en la capacidad de tomar decisiones de manera efectiva. Las personas pueden sentir que su mente está nublada y que les cuesta pensar con claridad, lo que puede dificultar la resolución de problemas y la toma de decisiones.
La exposición prolongada a altas temperaturas puede contribuir al agotamiento emocional, ya que el calor puede generar un sentimiento general de desgaste y agotamiento tanto físico como mental.




















