De acuerdo a Fedearroz, el arroz se ha considerado como una de las plantas más antiguas y tal vez la de mayor popularidad en la mesa de los hogares colombiano así como el plátano, ambos alimentos ricos en hidratos de carbono, también conocido como carbohidratos.
El arroz es una planta anual que se cultiva y consume en China desde hace más de 5.000 años aunque ahora se cultiva ampliamente en los cinco continentes, en regiones pantanosas de clima templado o cálido y húmedo. Es el cereal más extendido por el mundo, de acuerdo a datos de la Fundación Española de la Nutrición, FEN.
Por su parte, el plátano es una fruta tropical procedente de la planta herbácea que recibe el mismo nombre o banano, perteneciente a la familia de las musáceas. Aunque en numerosas ocasiones se ha citado América Central como el lugar de origen del plátano, la mayoría de los autores opinan que esta fruta es originaria del sudeste Asiático, concretamente de la India.
El plátano es rica fuente de fibra, potasio, vitamina B6 e inulina, mientras que el arroz contiene vitamina B6 y niacina. Hay que recordar que ambos alimentos contienen almidón, compuesto que puede llegar a aumentar los niveles de azúcar en sangre.
Valoración nutricional
El arroz es rico en almidón que se compone de amilosa y amilopectina, siendo la proporción de cada una la que determina las características culinarias del producto. Tiene un pequeño aporte de proteínas (7 %), y contiene cantidades notables de niacina o vitamina B3 y vitamina B6.
Sin embargo, advierte la FEN, en la práctica, con su refinamiento y pulido, se pierde hasta el 50 % de su contenido en minerales y el 85 % de las vitaminas del grupo B.
El plátano apenas contiene proteínas (1,2 %) y lípidos (0,3 %), aunque su contenido en estos componentes supera al de otras frutas. En su composición destaca su riqueza en hidratos de carbono (20 %).
“En el plátano inmaduro el hidrato de carbono mayoritario es el almidón, pero a medida que madura, este almidón se va convirtiendo en azúcares sencillos como sacarosa, glucosa y fructosa. Por ello, el plátano es una fruta suave y bastante digerible siempre que esté maduro. Sin embargo, el almidón hace al plátano verde difícil de digerir, resultando indigesto y pudiendo originar flatulencias y dispepsias”, señala la FEN.




















