Compartir:

Junior vuelve a Bogotá, más precisamente a El Campín, una plaza que no le trae recuerdos recientes muy agradables, tras goleada liguera que se llevó a manos de Millonarios (4-1), tres jornadas atrás. Una derrota que hirió el orgullo de un ‘Tiburón’ que venía lanzado —acumulaba cinco partidos consecutivos sin perder—, pero que se estrelló con un rival que lo terminó minimizando.

Hoy el duelo no es contra Millonarios, es contra su rival de patio, Santa Fe, que no vive una actualidad tan cómoda como la del cuadro embajador —el cuadro cardenal es décimo, mientras que los albiazules son segundo—, pero sí llega necesitado y motivado, primero porque, como equipo grande, está obligado a estar siempre en las finales, y segundo, porque está protagonizando una gran remontada que hoy lo tienen cerca de los puestos de clasificación, luego de un inicio de temporada bastante irregular.

Será un partido duro y emocionante, como todos los que protagonizan rojiblancos y cardenales, independiente de quién tenga la localía. Hoy toca en la difícil altura de Bogotá, donde Junior, de a poco, ha ido aprendiendo a jugar, pero donde sabe que si espabila mucho, como pasó tres jornadas atrás, se puede llevar un sofoco grande, que pone en duda la mejoría que ha mostrado desde que el técnico Arturo Reyes asumió el mando (el samario agarró el equipo en la posición 12 y hoy lo tiene en la quinta).