
Un cruento enfrentamiento entre familias y bandas delincuenciales de microtráfico se podría desatar al norte de la capital, en las localidades de Usaquén y Suba, tras la matanza de cinco miembros de una misma familia, pertenecientes a ‘Los Pascuales’, combo que delinque y regenta la venta de drogas en esa zona de la ciudad desde hace casi 30 años.
Los hechos, que originaron además el desplazamiento hacia la zona de unos 150 uniformados de la Policía, se presentaron cuando algunos de los integrantes de la banda , al salir de la cárcel, querían recuperar el control de las zonas que habían ‘heredado’ los que quedaron libres.
Al parecer, en una reunión pactada el domingo en la tarde en un asadero de pollos, que debía ser para repartirse la venta de drogas por sectores, terminó en la balacera en que murieron cinco personas, la mayoría de ellas jóvenes.
Al respecto, el comandante operativo de la Policía de Bogotá, coronel Mariano Botero, señaló a Caracol Radio que la pelea fue en el barrio de El Codito: 'la situación fue provocada por integrantes de una misma familia. De una generación contra la otra, por el dominio territorial'.
Tres de las personas murieron en el lugar del enfrentamiento y otras dos cuando eran trasladadas a hospitales cercanos.
Entre los muertos se encuentra Luis Guerrero Rincón, uno de los líderes de la banda, y además, están dos de sus hijos, Mauricio Guerrero y Pascual Guerrero, el primero había salido de la cárcel hacía seis meses y el segundo el pasado viernes.
Las otras dos víctimas fueron Carlos Andrés Piñeros Avendaño y Mauricio Piñeros Avendaño.
De acuerdo a las investigaciones preliminares, la balacera se produjo entre 10 personas, de las cuales, cinco están huyendo de las autoridades.
Analistas de seguridad temen que las retaliaciones por este episodio desaten una guerra de bandas delincuenciales del norte capitalino.
Por Redacción País
BOGOTÁ.




















