
Francisco dijo hoy que el poder del papa es el servicio a los otros, 'especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado'.
'Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe', afirmó el papa en la homilía de la misa de inicio de pontificado.
Agregó que el papa debe abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, 'especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; esos a los que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado'.
El Obispo de Roma también pidió a los responsables políticos y sociales que sean custodios de la creación y guardianes del medio ambiente.
'Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro', afirmó en la homilía.
El papa Bergoglio señaló que para custodiar, también los hombres tienen que cuidarse de ellos mismos.
'Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia, ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura', dijo Francisco.
El papa precisó que la vocación de custodiar no sólo atañe a los cristianos, sino que corresponde a todos, 'es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos'.
'Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón', destacó.
El papa aseguró que cuando el hombre falla en esa responsabilidad, 'cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido'.
'Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen Herodes que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer', manifestó.
El papa exhortó a los fieles a no tener miedo de la bondad, de la ternura, que -dijo- 'no es la virtud de los débiles sino más bien todo lo contrario, denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de amor'.
Francisco recibió el Palio y el anillo del Pescador
El cardenal protodiácono, Jean Louis Tauran, colocó al papa Francisco el Palio, antigua insignia episcopal, y el decano, Angelo Sodano, el anillo del Pescador, símbolos del pontificado, con lo que comienza el papado del argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años.
El palio es una estola confeccionada con lana de cordero que simboliza al Salvador, que encontrando al hombre como la oveja descarriada lo carga a sus espaldas.
Mide 2,60 metros de largo y 11 centímetros de ancho. Ha sido tejido con lanas de ovejas y corderos y sobre el mismo han sido colocadas cinco cruces rojas, que recuerdan las cinco llagas de Cristo, con alfileres, que recuerdan los clavos de la cruz.
Acaba con unos flecos negros, que simboliza la pezuña del cordero.
El anillo del Pescador, en plata dorada, lleva inciso al Apóstol Pedro con las llaves y sujetando las redes para pescar.
Francisco lo llevará hasta su muerte o renuncia, cuando el camarlengo se lo retire y lo machaque o anule para que nadie pueda usarlo y a la vez para simbolizar el final del Papado.
Después se realizó el rito de la obediencia. Seis cardenales -dos de la orden de los obispos, dos de la de los presbíteros y dos de la de los diáconos- en nombre de los 207 que conforman el Colegio Cardenalicio, le mostrarán obediencia.
Se trata de los purpurados Giovanni Battista Re y Tarcisio Bertone por la orden de los obispos, Joachim Meisner y Ricardo Vidal por la de los presbíteros y Renato Martino y Francesco Marchisano por la de los diáconos.
La misa, la de la festividad de San José, patrón de la Iglesia, la oficia el papa Francisco y la concelebran todos los cardenales.
También ofician el secretario del Colegio Cardenalicio, Lorenzo Badisseri; el prepósito de la Compañía de Jesús, el español Adolfo Nicolás, y el General de los Franciscanos, el también español Javier Rodríguez Carballo.
Las lecturas se harán en inglés y español, el Evangelio en griego y la comunión la impartirán 500 sacerdotes. Francisco pronunciará la homilía en italiano y no impartirá la comunión.
Al final de la ceremonia se cantará un Te Deum de acción de gracias y no habrá ángelus.
Se inició la misa
La solemne misa de inicio de pontificado de Francisco comenzó en el interior de la Basílica de San Pedro, a la que ha entrado el nuevo pontífice para orar ante la tumba del Apóstol.
Francisco bajó a las Grutas Vaticanas (cripta) para rezar, junto con los Patriarcas y los arzobispos mayores de las iglesias católicas orientales asistentes a la misa, ante la Tumba de San Pedro. Se arrodilló ante la tumba y oró unos minutos. Después esparció incienso.
En el recinto de la tumba de Pedro dos diáconos llevaban en una bandeja el palio (estola) y el anillo del Pescador, símbolos del poder pontificio, que serán llevados a la plaza.
Mientras tanto, los cardenales esperaron alrededor del Altar de la Confesión, en el centro de la basílica de San Pedro, bajo el que se encuentra la tumba de Pedro.
Tras el rezo, el Papa, los patriarcas y arzobispos mayores católicos de rito oriental y los cardenales salieron en procesión hasta el altar de la plaza de San Pedro, donde se oficia la misa.
Mientras, se cantaron las 'Laudes Regiae', letanías en honor de Cristo, en las que se resalta en nombre de los papas santos.
Una vez en la plaza de san Pedro se procederá a la colocación del palio y del anillo del Pescador.
La llegada del papa a la plaza de San Pedro
El papa Francisco llegó hoy a la plaza de San Pedro del Vaticano en el 'papamóvil' descubierto, para recorrerla entre los fieles antes de comenzar la misa solemne de inicio de su pontificado.
El pontífice entró en la plaza vaticana a las 8.50 horas local (2:50 a.m.) en un jeep blanco, en medio de los aplausos y viva de los miles de fieles presentes y el ondear de cientos de banderas, entre ellas muchas argentinas, y pancartas de movimientos eclesiales y otras de bienvenida, como 'Estamos contigo'.
El papa Francisco, al que se ve muy sonriente y feliz, no ha dudado en besar a niños pequeños que le han acercado sus padres, e incluso bajar del papamovil para saludar a un discapacitado.
En el jeep le acompañan el segundo secretario particular del papa emérito Benedicto XVI, Alfred Xuareb, que será uno de sus secretarios, y el nuevo mayordomo, Sandro Mariotti.
El papa Bergoglio recorrerá durante un buen rato la plaza de San Pedro y calles anexas, antes de oficiar la misa solemne de inicio de pontificado.
Tras el recorrido, el Obispo de Roma entrará en la basílica de san Pedro, para vestir los paramentos de la misa y bajar a orar ante la tumba de San Pedro.
Después, en la plaza de San Pedro le será colocado el palio (una estola) y el anillo del Pescador, los símbolos del pontificado.
Asisten miles de fieles
Miles de peregrinos se concentraron en la plaza de San Pedro del Vaticano y en las calles adyacentes para asistir a la solemne misa de inicio de pontificado de Francisco, prevista para este martes a las 9:30 a.m. hora local (3:30 a.m. hora colombiana).
A la ceremonia asistieron delegaciones de 132 países y líderes religiosos de todo el mundo.
Entre los dignatarios están los Príncipes de Asturias, y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, que encabezará las delegaciones de países presentes, ya que es la Jefa del Estado del país del que procede el papa Francisco. En representación de Colombia asiste la canciller, María Ángela Holguín.
También las presidentas de Brasil y Costa Rica y los presidentes de Chile, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Portugal e Italia.
Asimismo la canciller alemana; los vicepresidentes de Cuba y de Estados Unidos, el primer ministro de Francia, las esposas de los presidentes de El Salvador y República Dominicana; el vicepresidente de Nicaragua y el de Venezuela, los ministros de Exteriores de Guatemala y de Perú.
También asiste el patriarca ecuménico de Constantinopla, el ortodoxo Bartolomé; el metropolita (arzobispo) Hilarion, de la Iglesia Ortodoxa Rusa; el metropolita Amfilohje, de la iglesia ortodoxa serbia; el metropolita Siluan, y numerosos miembros de otras iglesiasortodoxas.
El reverendo Olva Fykse Tveit, del Consejo Mundial de Iglesias, y representantes de la Comunión Anglicana, la Federación Luterana Mundial, la Alianza Mundial Evangélica, entre otros, estarán presentes.
Asimismo el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni; el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Italia, el imán Izzeddin Elzir, y representantes budistas, sij, jainistas e hindúes.
En los alrededores de la explanada vaticana se ha desplegado un intenso dispositivo policial, con miembros de la Policía, los Carabineros (Policía militarizada), la Guardia Fiscal y la Forestal, mientras el tráfico ha sido cortado en toda la zona y se ha limitado el tránsito peatonal.
El espacio aéreo de Roma está cerrado desde las 11:00 p.m. del lunes hasta las 10:00 a.m. de hoy (hora colombiana) y policía fluvial recorre el río Tíber, cercano al Vaticano. EFE





















