
Fue asesinado el pasado jueves, en Antioquia, el periodista Luis Eduardo Gómez, que servía de testigo en investigaciones contra políticos procesados por nexos con grupos paramilitares.
Las autoridades locales informaron que Gómez murió a manos de sicarios que lo tirotearon cuando se dirigía a su domicilio, en un barrio de la localidad de Arboletes.
Al respecto, el secretario de Gobierno de la población, Esteban Rebolledo, dijo a periodistas en Medellín que Gómez no había denunciado amenazas de muerte.
Añadió que, debido a que se desconocían hostigamientos, “no tenía ninguna medida de seguridad”.
El despacho de Rebolledo es el responsable de la coordinación en Arboletes de la protección a personas amenazadas.
La víctima, de 70 años, era un periodista independiente que testificaba ante autoridades judiciales en investigaciones contra funcionarios o políticos en Antioquia acusados por vínculos con grupos armados al margen de la ley.
El pasado lunes, en la misma población antioqueña, también fue ultimado por desconocidos el líder comunitario Vicente Botero, en similares circunstancias en las que fue muerto el septuagenario comunicador.
Las dos víctimas eran testigos en procesos relacionados con la penetración en la clase política del desaparecido Bloque Elmer Cárdenas de la disuelta organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
En los últimos ocho meses han sido asesinados en el país cuatro testigos en procesos de la ‘parapolítica’ y cinco están desaparecidos.
Ayer, la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, expresó su repulsa por el asesinato a tiros del comunicador y pidió a las autoridades colombianas una investigación inmediata para deslindar responsabilidades.
Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, expresó sus condolencias a los familiares del periodista y exhortó a las autoridades a “(...) evitar que este asesinato caiga, como otros, en la impunidad”.
Antioquia.