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La campaña de reelección del presidente de EE.UU., Donald Trump, ganó este jueves la primera de las demandas que ha interpuesto para desafiar el escrutinio en varios estados clave, con una decisión judicial que permite a los observadores de su equipo supervisar más de cerca el conteo de votos en Pensilvania.

El fallo de la Corte de la Mancomunidad de Pensilvania tiene, sin embargo, un impacto limitado, ya que no detiene el escrutinio ni invalida ninguna parte del cómputo que se ha hecho hasta ahora en ese estado bisagra.

El conteo de votos paró únicamente durante unos pocos minutos a media mañana en Filadelfia, mientras que los funcionarios electorales de la ciudad se preparaban para implementar la decisión de la corte, pero no tardó en reanudarse.

La orden judicial permite a los observadores de la campaña de Trump situarse a una distancia de menos de 1,8 metros (seis pies) de cualquier mesa donde se estuviera llevando a cabo el cómputo de votos, para supervisar mejor el proceso.

'Ha habido una breve pausa debido al litigio que está en curso, pero ya se ha reanudado de acuerdo con la ley', dijo el portavoz de los comisionados de la ciudad, Kevin Feeley, según el diario local 'The Philadelphia Inquirer'.

La ciudad de Filadelfia apeló la sentencia a la Corte Suprema de Pensilvania, que todavía no ha aclarado si mediará en el caso.

Jason Miller, asesor de la campaña de Trump, adelantó en un tuit que, si el Supremo de Pensilvania derogara esa decisión, como se rumoreaba en las redes sociales que podía pasar, su equipo llevará el tema hasta el Tribunal Supremo de EE.UU.

La campaña de Trump ha tomado al menos otras dos acciones legales en Pensilvania, entre ellas una que pide directamente al Tribunal Supremo de EE.UU. intervenir para que detener el recuento de ciertos votos, algo que tendría mucho más impacto que el fallo relacionado con la observación.

El candidato demócrata, Joe Biden, suma ya 264 delegados en el Colegio Electoral, a un paso de lograr los 270 que le darían las llaves de la Casa Blanca, frente a los 214 que acumula Trump.

En Pensilvania, donde se espera que el escrutinio se alargue al menos hasta el viernes, Trump aventajaba a Biden por más de 120.000 votos con el 92 % escrutado, aunque a primera hora del jueves aún quedaban por contar más de 700.000 sufragios y se esperaba que la mayoría favorecieran al candidato demócrata.

En Michigan

Esta es la segunda demanda que ha perdido la campaña de Trump en sus intentos de desafiar el escrutinio en varios estados clave, después de que un juez de Georgia desestimara este jueves su petición de localizar e invalidar posibles sufragios emitidos fuera de plazo.

En Michigan, donde las proyecciones de varios medios de comunicación dieron este miércoles al demócrata Joe Biden como ganador de las elecciones, la campaña de Trump buscaba mejorar el tipo de acceso que se garantizaba a los observadores de su equipo a los lugares de escrutinio.

La demanda también pedía 'revisar aquellas papeletas abiertas y contadas mientras' la campaña no tenía ese acceso, explicó este miércoles el jefe de campaña de Trump, Bill Stepien.

Durante una audiencia este jueves sobre el caso, una juez de la Corte de Reclamos de Michigan, Cynthia Stephens, adelantó que descartaría la petición de la campaña de Trump.

'La declaración que tenemos (para cuestionar las normas del escrutinio) está basada en rumores', afirmó Stephens.

Además, la juez recordó que el escrutinio prácticamente ha terminado en Michigan, por lo que la demanda llegaba demasiado tarde, y que los responsables de garantizar acceso a observadores son funcionarios electorales locales, que no estaban mencionados en la demanda de la campaña de Trump.

Con el 98 % escrutado en Michigan, Biden acumula el 50,6 % de los votos en ese estado, frente al 47,8 % de Trump, que en 2016 se impuso en ese territorio por un estrecho margen.