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Tres policías han resultado muertos y un cuarto se encuentra herido tras una intervención de los agentes en un presunto caso de violencia machista en la pequeña localidad francesa de Saint-Just, en el centro del país.

El suceso ocurrió en la citada localidad, una aldea aislada, poco después de la medianoche, cuando dos agentes acudieron a un domicilio avisados por una llamada que alertaba sobre que se estaba produciendo un acto de violencia, según medios locales.

Los gendarmes encontraron en el domicilio a un hombre, que estaba fuera de sí, y que prendió fuego a la casa y disparó contra los gendarmes que trababan de rescatar a una mujer que se había refugiado en el tejado.

El atacante realizó varias ráfagas de disparos, y mató a dos de ellos, después otro grupo de gendarmes que se encontraban cerca intentaron intervenir para avisar a los bomberos del fuego y fueron también víctimas de los disparos del hombre.

En total, tres gendarmes murieron por las heridas de bala y un cuarto, herido en el muslo, ha sido trasladado a un hospital.

El sospechoso, con antecedentes por problemas con el cuidado de menores, se dio a la fuga. No obstante, fue encontrando muerto esta mañana, según anunció el ministro del Interior, Gérard Darmani, a través de Twitter, sin dar más detalles.

El sospechoso, de 48 años, era buscado en una gran operación para la que se habían desplegado unidades de operaciones especiales de la policía.

La mujer amenazada se encuentra a salvo y está siendo interrogada para tratar de esclarecer los hechos.

El ministro Darmanin anunció que viaja al lugar de los hechos para mostrar su apoyo a la policía y eligió en un comunicado 'el valor y el compromiso' de los agentes caídos 'al servicio de Francia'.

El primer ministro, Jean Castex, se sumó a las condolencias a la familias y señaló que 'este drama nos afecta a todos y tiñe de luto a todo el país'.