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Paris es una de las ciudades más turísticas del mundo y el reciente incendio en la catedral de Notre Dame tiene al mundo sacudido. La catedral está ubicada en la Isla de la Cité, un espacio de 22 hectáreas cuadradas que comprende un hospital, cafés, establecimientos comerciales y varios barrios a su alrededor.

En uno de ellos precisamente vive una barranquillera que le contó a EL HERALDO como vivió el momento del incendio. 'Pensé que era una broma', fue lo primero que se le vino a la cabeza pues este monumento e ha convertido en un lugar muy especial para ella y sus allegados en los 4 años que lleva viviendo en la capital francesa.

'Fue muy impactante porque cuando me dieron la noticia, pensé que era una broma, pero había mucha gente en shock, llorando y gritando en la calle. Es muy triste porque es un lugar donde voy todos los domingos a misa, porque me queda al lado de la casa, y que pase eso en una época como Semana Santa es aún más triste', cuenta Aury Gómez Caballero.

La joven master en Marketing y Comercio, narra que estaba cenando con su familia y amigos cuando las sirenas irrumpieron y de inmediato empezó el caos en la zona.

'Empezamos a escuchar todas las sirenas y nos asomamos y no entendíamos y luego vimos la noticia por internet. Bajamos para ver si alcanzábamos a ver algo de lo que estaba pasando pero mi calle estaba cerrada por los dos lados y no podíamos salir porque la policía no nos dejaba'.

Aury señala que hasta grabar se volvió complicado pues la policía les pedía guardar los celulares. Sin embargo, alcanzó a obtener unas imágenes de cómo las personas trataban de acercarse al emblemático lugar.

'Del grupo que bajamos, la policía como que me identificó más a mí que saqué mi celular y me decían que no grabara, pero tengo un video que alcanzó a grabar mi novio y ya después de eso volví a mi casa porque no nos dejaban ir para ningún lado', asegura.