La despedida de una mascota es sin duda alguna una de las experiencias más dolorosas, y si no es por decisión propia, aún más.
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Estos son los casos de cientos de familias que se están autodeportando en los Estados Unidos y por no poder viajar con sus mascotas, las dejan atrás.
Para una familia que vivía en Los Ángeles, la decisión de autodeportarse, es decir, regresar voluntariamente a su país de origen, implicó más que empacar maletas.
Significó dejar atrás parte de su familia como lo fue su perro ‘Draco’, un pastor alemán de seis años, que no pudo acompañarlos en su retorno.
La aerolínea les informó que Draco no cumplía con las condiciones para volar en la cabina ni como equipaje.
Así fue como, el 30 de junio, tomaron la difícil decisión de entregarlo al Departamento de Cuidado y Control de Animales del Condado de Los Ángeles (DACC).
Según el personal del refugio, la familia se despidió entre lágrimas, agradeciendo por adelantado cualquier intento por encontrarle un nuevo hogar a su compañero.
“Fue una decisión desgarradora, pero hecha desde la responsabilidad y el amor”, explicó el DACC a la revista People.
La historia de Draco conmovió a miles de personas en redes sociales, pero lamentablemente no es un caso aislado. Según el DACC, es cada vez más común que familias migrantes que deben abandonar el país se vean forzadas a entregar también a sus mascotas, ya sea por restricciones de transporte, costos elevados o normativas internacionales.
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Afortunadamente, Draco luego que se volviera viral en redes su historia, fue adoptado por una familia.
