El cantautor panameño Rubén Blades condenó este lunes el atentado contra el senador y precandidato presidencial de Colombia, Miguel Uribe Turbay, en estado crítico tras recibir varios balazos, al señalar que “ningún partido político”, sin importar la ideología, “posee argumento alguno” para justificar la violencia contra sus rivales.
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“Nos unimos a la oposición del pueblo de Colombia a la violencia. Ningún partido político, de ‘izquierda’ o ‘derecha’ posee argumento alguno que justifique utilizar la fuerza en contra de sus rivales electorales, ni contra los que no concuerdan con sus opiniones o postulados”, escribió Blades en su cuenta de X.
También envió un mensaje a los parientes del político colombiano: “A la familia del Senador Miguel Uribe Turbay enviamos nuestra solidaridad y deseo de una pronta y total recuperación”.
Blades fue ministro de Turismo de Panamá durante el Gobierno de Martín Torrijos (2004 - 2009) y candidato presidencial en 1994. También es activista, actor y un férreo crítico de la corrupción en Panamá. Suele dar sus opiniones sociopolíticas en su blog.
El atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay sucedió el sábado durante un mitín en el occidente de Bogotá y ha causado conmoción y preocupación por la seguridad de los políticos en la campaña que está comenzando para las elecciones legislativas y presidenciales de 2026.
Miguel Uribe, de 39 años, continúa en estado crítico en la Fundación Santa Fe de Bogotá donde, según un parte médico divulgado este lunes, “continúa en estado crítico y ha tenido escasa respuesta a las intervenciones y manejos médicos realizados”.
El atacante, según las autoridades, fue un adolescente de 15 años que disparó al menos tres veces al senador opositor. Fue capturado poco después del ataque y será judicializado en un audiencia este lunes.
El menor de edad que atentó el sábado contra el senador Uribe Turbay formó parte de un programa del Gobierno de Gustavo Petro que busca implementar una ruta de atención para jóvenes de comunidades vulnerables para romper ciclos de violencia.
Según el mismo presidente colombiano, el atacante “demostró una personalidad completamente conflictiva, sin capacidad de establecer vínculos intersociales” y que en el programa “duró dos meses, no asistió a ninguna clase, y se retiró voluntariamente”.
