El reclamo del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de que España se disculpe por los agravios cometidos durante la Conquista generó indiferencia y críticas entre muchos mexicanos, quienes consideran que el gobierno debería concentrarse en otros asuntos más prioritarios.
'Sinceramente es algo que está fuera de lugar, creo que hay situaciones en las que debería concentrarse un poquito más', dijo Tristán Velázquez, un funcionario municipal en Ciudad de México de 23 años de edad.
'Entró con un plan de gobierno de un cambio, de una transformación que se debe ir notando y no con este tipo de ideas sino con lo que realmente se necesita', agregó.
'Pienso que hay cosas más importantes, realmente, en las que se debería utilizar el tiempo', dijo por su parte Alexa García, de 27 años.
En redes sociales, varios mexicanos bromeaban con que el gobierno debería pedir también que Estados Unidos regrese el territorio que México perdió tras la guerra de 1848 que enfrentó a ambos países.
También hacían burla de que Francia exigiría a México pagar los pasteles de la 'Guerra de los Pasteles', como se le conoce también a la primera intervención francesa en México de 1832, en la que un pastelero francés acusaba a oficiales mexicanos de devorar repostería sin pagar por ella.
El lunes, López Obrador dijo que envió una carta al rey de España y otra al papa Francisco para que se haga un relato de agravios y 'se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos'.
La propuesta fue enérgicamente rechazada por el gobierno español, que señaló que la llegada de los españoles a las actuales tierras mexicanas 'no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas'.
López Obrador lanzó el llamado al cumplirse 500 años de la batalla de Centla, considerada el primer enfrentamiento del conquistador español Hernán Cortés contra pueblos originarios de México, en este caso mayas-chontales de lo que hoy es el estado de Tabasco, de donde proviene el presidente.
'México no existía'
La carta de López Obrador generó algunos aplausos y también críticas entre historiadores y especialistas en México.
El historiador Pedro Salmerón vio con buenos ojos la misiva. 'Me parece bien la petición de disculpas, no al entonces inexistente México, sino a los pueblos originarios', escribió en Twitter.
Por su parte, el escritor de novelas históricas Francisco Martín Moreno criticó imprecisiones en la exigencia de López Obrador al mencionar que México y España como tales no existían en ese momento.
'Por aquella época existía el reino de Castilla, el reino de Aragón, el reino de Navarra, eran diferentes naciones. Pero México como tal no existía', dijo el autor a la emisora local MVS.
El historiador Lorenzo Meyer señaló por su parte que la solicitud del presidente a España no llegó en el mejor momento.
'Es imposible que México les imponga que pidan perdón, aunque se van a celebrar los cinco siglos del duro encuentro. A fuerza lo único que se puede recibir es una respuesta de ofensa, de enojo, de quiénes se creen ustedes', dijo.
'Que se disculpe él'
Diversas personalidades españolas respondieron indignadas a la exigencia de López Obrador.
'El jefe del Estado, el rey Felipe VI, no tiene que pedir perdón a ningún país, y no va a ocurrir esto', dijo la vicepresidenta del gobierno socialista español, Carmen Calvo.
'Que se disculpe él, que tiene apellidos españoles y vive allí. Si este individuo se cree de verdad lo que dice, es un imbécil. Si no se lo cree, es un sinvergüenza', dijo el escritor Arturo Pérez-Reverte.
El Vaticano, por su parte, recordó en su sitio web que varios papas ya se han disculpado por los abusos cometidos contra los indígenas en nombre de la evangelización.
Entre ellos están el papa Juan Pablo II en 1992, en el aniversario 500 de la llegada de Cristóbal Colón a América, y el papa Francisco en dos ocasiones: en Bolivia en 2015 y México en 2016.
López Obrador dijo el pasado lunes que no quiere un enfrentamiento con España. 'No vamos a caer en ninguna confrontación ni con el gobierno de España', dijo en su habitual conferencia de prensa matutina. 'Es un planteamiento que estamos haciendo, que pensamos conveniente para hermanar a nuestros pueblos'.
López Obrador dijo su gobierno esperará a ver cómo se desenvuelve el tema, añadió, pues la conmemoración de los 500 años de la caída de Tenochtitlán, la capital azteca, junto con los 200 años de la Independencia de México, se celebran hasta 2021.
Reacciones de académicos desde el Caribe
'Hay que empezar a reflexionar, ya no solamente sobre los acontecimientos en sí, sino también sobre los usos políticos de la historia', dijo el profesor Rafael E. Acevedo Puello, historiador de la Universidad de Cartagena, magíster en Historia de la Universidad Nacional y Doctor en Historia de la Universidad de Los Andes.
Manifiesta el profesor cartagenero que el 'uso político de la historia', en este caso por parte del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, no es nuevo en el 'viejo debate' sobre las consecuencias de la llegada de los españoles a América.
Esta polémica, según Acevedo, se dio desde la misma presencia de España en América por parte de otros países europeos que criticaron su presencia y actuar en el Nuevo Mundo.
'En el siglo XVI el fraile dominico Bartolomé de las Casas publicó un libro que se llama ‘Brevísima relación de la destrucción de las indias’ donde él condenaba algunos de los actos que se cometieron para llevar a cabo el sometimiento por parte de la corona española'.
Acevedo también cita como ejemplo, ya desde la otra orilla, la aparición de 'El Papel Periódico de la ciudad de Santafé de Bogotá en el siglo XVIII', dirigido por Manuel del Socorro Rodríguez, en el que se defendía el actuar de España en América. Más adelante, en el siglo 19, otros 'neogranadinos' 'que participaron en esa defensa de España cambiaron su posición' y dijeron que el país europeo sí fue 'tiránico y que en los tres siglos de dominación cometió atrocidades'.
'Es decir, el discurso sobre la historia cambia porque el contexto cambia y ya en ese contexto del siglo 19 se trataba de legitimar la independencia'.
Para Jaime Álvarez Llanos, licenciado en Ciencias Sociales, magíster en Historia de la Universidad Nacional, doctor en Historia de la Universidad de Huelva y profesor de la Universidad del Atlántico, la petición de perdón del mandatario mexicano es a todas luces 'anacrónica'.
'Es una postura que yo diría de impacto publicitario, de alcance populista, pero debería aprovecharse la coyuntura para recordar el pasado, renovarlo para desarrollar pensamiento crítico y formación en ciudadanía con un enfoque en función de los derechos, en función de que si hubo maltrato y un desconocimiento en las culturas hay una deuda social e histórica con esos pueblos que se debe pagar, no con perdones que ya no tienen ningún sentido, sino en impulsar políticas de inclusión, de igualdad, de equidad, de reconocimiento. Que se le dé el espacio a esas minorías que han sido víctimas a lo largo de la historia'.
Sobre la creación de pensamiento crítico, Eunice Gamero, licenciada en Ciencias Sociales, directora de bienestar del colegio San José y quien dio clase durante 20 años, explica que en esa institución, ciñéndose a la Ley 1874 del 27 de diciembre de 2017, se busca con la enseñanza de la historia de Colombia, integrada a las Ciencias Sociales, darle a conocer los hechos a los estudiantes, pero apoyándose en otras herramientas educativas.
'Por ejemplo, cuando se les va hablar del movimiento comunero se les da un documento histórico que narra el juicio que se le hizo a los comuneros. Para ellos es impactante conocer de primera mano lo que pasó en esa época. Pero no nos quedamos ahí, eso lo relacionamos con lo que está pasando en la actualidad. Si en ese tiempo existía la pena de muerte en la actualidad por qué nuestra Constitución no la permite.
Asimismo, ¿por qué en otras partes del mundo sí se aplica? Tratamos de hacer la conexión de ese hecho histórico con el presente. Que el pasado se conecte con la realidad del estudiante', describe Gamero, quien agrega que también se apoyan con visitas a museos en Barranquilla, Santa Marta y Cartagena que relatan parte de nuestra historia.
Por último, Rafael Angel Gassón, antropólogo de la Universidad Central de Venezuela, Doctor en Filosofía de la Universidad de Pittsburgh y profesor del Departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte, reitera que la discusión propuesta por López Obrador viene desde tiempos de la colonia.
'Esa discusión uno puede resumirla en la diatriba que existe entre la leyenda negra y la leyenda blanca. La leyenda negra es aquella noción de que básicamente lo que hizo España en América fue negativo y destructivo, y la leyenda Blanca, por el contrario, afirma de que a pesar de que hubo desmanes y excesos en la empresa de la Conquista, hay una serie de logros como que los países latinoamericanos comparten un idioma común, la civilización, etc, etc, etc. Es difícil tomar partido por una cosa u otra con los ojos del siglo XXI, porque trasladar nuestras nociones éticas al siglo XVI es complejo. Uno debería contemplar la historia como un sitio donde confrontar nuestras propias ideas, pero hacer juicios retrospectivos no tiene ningún sentido, la historia es la historia y lo que ocurrió es lo que ocurrió. Uno debería usar la historia para no repetir errores, no para condenar errores del pasado o no, porque eso no se va a modificar, lo importante no es modificar el pasado, lo importante es modificar el futuro', concluyó Gassón.





















