Diciembre es el único mes del año en que Alberto Vizcaíno y su esposa Josefina Soto de la Ossa no bajan a hacer sus compras a los graneros de la calle 30.
Al mediodía de ayer, mientras escogían los víveres para su despensa, confesaron que prefieren la tranquilidad de un supermercado en su barrio El Recreo, a tener que afrontar el caos de final de año en este corredor comercial de Barranquilla.
'Es que no ha terminado noviembre y ya no se puede caminar por los andenes, hay que bajarse a la calle y quién se arriesga', dijo Vizcaíno, quien además, prefiere desplazarse en taxi que llevar su vehículo particular para evitar los trancones.
En eso coinciden con los clientes habituales y ciudadanos en general que bajan hasta la calle 30 entre carreras 41 y 46, que en las últimas semanas ha vuelto a ser invadida por el comercio informal.

Los bicitaxis se pasean por todo el corredor.
Basta con recorrer las calles y andenes para observar a vendedores de todo tipo de artículos que empiezan a invadir las aceras, tal como lo describe la directora de Asocentro, Dina Luz Pardo.
Asegura que si bien la administración ha adelantado operativos de control, se requiere que sean permanentes. 'Todos sabemos que la informalidad aumenta en diciembre hasta el Carnaval, lo que se necesita son estrategias permanentes. A veces los dueños de almacenes no quieren denunciar porque temen ser amenazados'.
También expresó preocupación porque cada vez son más las carretillas que dejaron de ser ambulantes para convertirse en ventas estacionarias.

Los transportadores informales impiden el paso de los peatones.
Según la vocera de los comerciantes del Centro, no se entiende cómo ese comercio informal instala estantes para exhibir todo tipo de artículos en pleno espacio público, por lo que pidió que la Administración distrital extreme los controles, teniendo en cuenta que se aproxima diciembre, luego temporada escolar y finalmente, el Carnaval.
Una tarea permanente. En ese sentido, Diana Amaya, secretaria de Control Urbano y Espacio Público, indicó que los operativos son a diario con mayor intensidad durante los fines de semana.
'El hecho de que se presenten algunas ocupaciones no quiere decir que hayamos perdido el control, seguimos perseverando en el tema de la ocupación, la tarea es diaria', afirmó.

Las carretillas son ahora estacionarias.
Anticipó que para estos días preparan una intervención física de andenes y separadores del sector para los peatones.
La funcionaria sostuvo que quizás cuando se presentan los cambios de turno de Policía y vigías del espacio público, ese tiempo es aprovechado por los vendedores estacionarios y ambulantes para invadir.