Una ‘circular roja’ se ha expedido contra el león forajido más buscado en los mares del Caribe. A su cabeza se le ha puesto precio por todas las fechorías que ha cometido en contra del ecosistema marino del Caribe desde hace 17 años, convirtiéndose en un ‘criminal’ de talla mayor y en una amenaza para los arrecifes y su biodiversidad.
Según Alberto Villarreal, representante de los pescadores de las Flores y de la Asociación de Pescadores y Armadores de Bocas de Cenizas, Asopescar, este invasor, y depredador, voraz consume con su apetito desmedido los huevos y todos los peces pequeños o crustáceos que encuentra a su paso, y es uno de los factores que inciden en la disminución de un 50% de la pesca artesanal en nuestras aguas.
Villarreal explicó que a esa reducción del 50% contribuyen otros factores, tales como los cables de fibra óptica que atraviesan nuestros mares, la construcción de tajamares y, dentro de ese porcentaje, el pez león, al cual se atribuye un 20% de la responsabilidad en la merma de la pesca artesanal en el Atlántico.
Esta especie de rey marino sin corona es ampliamente reconocido por sus variados alias: Dragón, Escorpión, Pavo Real, entre otros. Puede embelesar a los distraídos buzos, a los ingenuos visitantes de los acuarios con su vistosidad y exótica belleza, pero este ‘melenudo’ de los mares es una terrible plaga; un auténtico ‘quebradero de cabeza’ para las autoridades ambientales de Colombia y el Caribe.
La armada Nacional, en un trabajo mancomunado con la empresa privada (la Marina Puerto Velero), y los pescadores artesanales del Atlántico, viene desarrollando una curiosa iniciativa que tiene como principal objetivo erradicar esta amenaza de nuestras aguas.
Se busca vivo o muerto. Desde el 26 de agosto del año en curso se inició el concurso que premia con 2 millones de pesos al pescador que consiga al espécimen más grande de esta especie y, en ese orden, quien logre capturar al segundo de mayor tamaño se lleva un premio de un millón de pesos, y medio millón el tercero.
Esta iniciativa busca aportar a la preservación del medio ambiente, ya que para nadie es un secreto que el pez león o Pterois antennata es una especie invasora que amenaza nuestro ecosistema marítimo.
Lo que se busca con este concurso es estimular a los pescadores para que dentro de sus faenas de pesca capturen a este peligroso espécimen, evadido de su hábitat natural, que es el sistema de arrecifes coralinos del Océano Índico Tropical y el Pacífico Occidental.
Según Julio César Poveda, capitán de puerto de Barranquilla, la idea es demostrarle a toda la comunidad que es un pez comestible y que todos los pescadores artesanales se pueden beneficiar de su captura y, adicionalmente, contribuir al control de esta especie.
Desde el 26 de agosto, cuando se dio inicio al concurso, hasta la fecha de ayer, se han capturado 340 unidades.
La premiación será el próximo viernes 20 de septiembre en las instalaciones de la Marina Puerto Velero, en donde se ofrecerá una degustación de la carne de este pez.
Javier Júlvez, asesor de la marina Puerto Velero, explicó que con este concurso se intenta incentivar la pesca y el consumo de este pez, que no posee depredador natural en las aguas del Caribe.
'Lo importante es que se empiece a pescar y que se pague bien su captura. Tenemos que acostumbrar a los pescadores, porque ellos, hasta ahora, cuando pescaban un pez león lo botaban, ya que pensaban que no servía para nada', dijo.
Según Villarreal, los estragos que viene causando este ‘asesino en serie’ de los mares son cuantiosos. 'El carito, la sierra, el jurel, el pargo, el róbalo, el chivo y la corvina, todas esas especies están siendo afectadas por el pez león', aseguró.
Según el pescador, si antes sacaban 100 kilos de cualquier especie ahora sacan solo 50 kilos.
'Una libra de filete de corvina valía antes 3.500 pesos. Hoy está en el orden de 5.000 pesos. Un pescado entero de Corvina valía 3.000 y ahora cuesta 4.000, porque ha mermado la pesca y se han disparado los precios' afirmó.
Según el chef Franco Bassile, este pez se puede consumir normalmente y preparar como cualquier otro pescado sin ningún problema, y cocinarlo de varias maneras. Recomienda a quienes lo deseen probar, si están cerca del mar, 'hacerlo frito, o hacer unos rollitos de filete con una salsa suave'.
Lo cierto es que, hoy por hoy, el forajido se mueve sigiloso entre nuestros arrecifes como si supiera que su cabeza ya tiene precio y que los pescadores van tras él, como los temerarios cazarrecompensas del celuloide y la televisión.
Por Carlos Polo