Una mezcla letal de metanol, condiciones insalubres y un procedimiento mal ejecutado. Así describió el general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, el escenario detrás de la intoxicación masiva por licor adulterado que ya deja 15 fallecidos y al menos cinco personas en estado crítico en centros asistenciales de la red hospitalaria del Distrito.
El alto oficial, en entrevista con la directora de EL HERALDO, Érika Fontalvo, en el nuevo espacio llamado ‘EL HERALDO en las calles’, hizo referencia sobre la emergencia registrada días atrás, con un hecho que revivió otras dos tragedias ocurridas con personas en condición vulnerable por la ingesta de alcohol industrial, mezclado con otros líquidos, para embriagarse.
El caso tuvo lugar el pasado martes 23 de septiembre en el sector de El Boliche, en el Centro de esta capital, donde se elaboraban de forma clandestina las bebidas que terminaron por cobrar la vida de sus propios fabricantes.
“Esta persona que distribuía el licor también fue la primera víctima mortal. Desde hace años venía trabajando así, mezclando y reenvasando en su vivienda”, explicó el general Urrego.
El comandante confirmó que el componente que provocó la intoxicación fue el metanol, un alcohol industrial que, al ser consumido, puede causar ceguera, daño neurológico e incluso la muerte. El error, según Urrego, se habría producido en la mezcla o destilación del producto, lo que elevó los niveles de toxicidad del licor más allá de lo tolerable por el cuerpo humano.
De acuerdo con el comandante de la Mebar, las investigaciones hoy registran que el metanol era llevado en motocicleta hasta la vivienda donde se fabricaba el licor adulterado. Allí se hacía la mezcla y se reenvasaba en botellas plásticas recicladas para su posterior distribución. “Lo venían haciendo de manera periódica, con ayuda de al menos dos personas más. Una de ellas también falleció y estamos tras la pista de una mujer conocida como ‘La Machorra’”, reveló el comandante.
Esta persona, de acuerdo con el alto oficial, se encargaba del comercio de la mortal bebida.
Urrego calificó el lugar donde se fabricaba el licor como un inmueble en condiciones deplorables, sin ninguna norma de salubridad. “Fue una tormenta perfecta. Mucha gente en el sector consumía ese producto de manera habitual, lo cual agravó el impacto”.
La búsqueda
El general Urrego explicó que hay varias formas evidenciadas de consumo de licor artesanal en sectores populares con la venta de botellas que simulan ser bebidas originales, de marcas reconocidas, pero también aparecen las bebidas artesanales como la preparada en El Boliche, que solo se hace con alcohol metanol o alcohol para madera y agua.
“Hay dos tipos de situaciones que se nos presentan, dos modalidades que se nos presentan, la simulación y la adulteración. Pero también aparece el contrabando de licor”, sostuvo.
Ante eso y a raíz de la reciente tragedia, aseguró que la Policía comenzó a coordinar con la Gobernación del Atlántico, a través de la Oficina de Rentas Departamentales, la creación de un grupo especializado en la detección de licor adulterado y de contrabando.
Además, Urrego expresó que las autoridades no descartan la participación de estructuras criminales en este negocio del licor adulterado o de contrabando. “Es algo que está en investigación con la Fiscalía. Puede que algunas redes estén detrás de la distribución del licor desde Las Nieves hacia otros sectores”, afirmó el oficial.
En cuanto al origen del metanol, las pesquisas apuntan a que es adquirido a través de ferreterías o distribuidores, con poca restricción. “El metanol es un insumo industrial que tiene otros usos, y su regulación no es tan estricta, lo que facilita su desvío para fines ilícitos”, explicó Urrego. La Policía ya inició un rastreo completo de la cadena de suministro, desde su importación o fabricación hasta su venta en el comercio local.
Con esta tragedia aún reciente, el jefe de la Policía Metropolitana pidió a la ciudadanía no consumir licor de procedencia dudosa y reportar cualquier actividad sospechosa. La lucha contra este flagelo apenas comienza, y como lo dejó claro el comandante Urrego: “Este punto no se puede dejar crecer. Hay que actuar ahora”.