Un informe lanzado este miércoles por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), previo al Día Internacional del Migrante, expone cómo los millones de migrantes venezolanos establecidos en Latinoamérica y el Caribe aportan significativamente a las comunidades de acogida, con un consumo acumulado de más de 10.600 millones de dólares anuales en ocho países analizados.
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Estos son algunos de los datos del ‘Análisis de la Contribución Fiscal y Económica de la Migración Venezolana’:
Colombia
Al ser el principal país de acogida, Colombia registra las cifras más altas en volumen.
La contribución fiscal de la población migrante venezolana ascendió en 2023 a 529,1 millones de dólares, lo que representa el 1,91 % de los ingresos tributarios de personas naturales en el país.
También su impacto en la economía real es amplio: inyectan unos 3.000 millones de dólares anuales a través del consumo, una cifra comparable a más de la mitad de los ingresos de grandes conglomerados nacionales.
Además, si se eliminaran las barreras para la inserción laboral formal y se aprovechara plenamente el capital humano -considerando que el 74 % está empleado pero con alta informalidad-, el aporte fiscal podría escalar hasta los 804,3 millones de dólares (un 2,90 % de los ingresos fiscales), con un incremento potencial de más del 50 %.
Perú
En Perú la contribución fiscal real se situó en 526,9 millones de dólares en 2024, equivalentes al 1,35 % de la recaudación total o al 0,23 % del PIB nacional. El consumo estimado de los migrantes en el país alcanza los 2.400 millones de dólares, un monto que equipara al 80 % del presupuesto anual del Ministerio del Interior.
Sin embargo, Perú presenta una de las mayores brechas de oportunidad debido a la “degradación de habilidades”, ya que menos del 10 % de los profesionales venezolanos ejercen su carrera. Si se avanzara en la convalidación de títulos y la formalización, el ingreso fiscal podría aumentar un 51,3 %, alcanzando un potencial de 797,7 millones de dólares.
Chile
La integración laboral en Chile destaca por su alta tasa de empleo (89 %) y formalidad en comparación con sus vecinos, lo que se traduce en una recaudación fiscal real de 409,7 millones de dólares, representando el 1,03 % de los ingresos fiscales totales.
El consumo de los hogares venezolanos en territorio chileno se estima en 2.400 millones de dólares, con una fuerte orientación hacia el pago de vivienda y servicios.
El escenario potencial en Chile proyecta una recaudación de 510,1 millones de dólares si se optimiza la inclusión de estos trabajadores. La migración ha sido clave para contrarrestar el envejecimiento poblacional local, aportando una fuerza laboral joven (promedio de 36 años) y activa.
Panamá
Panamá registra el impacto relativo más alto de la región. La contribución fiscal de los migrantes venezolanos es de 203,2 millones de dólares, lo que constituye un notable 4,18 % de los ingresos fiscales totales del país y un 0,33 % del PIB.
Además, la inversión empresarial de origen venezolano ha sido un motor clave, inyectando más de 1.800 millones de dólares en la última década y generando cerca de 40.000 empleos.
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Si se redujeran los costos de regularización y se facilitara el acceso al empleo formal, el aporte fiscal potencial de Panamá podría dispararse a 283,2 millones de dólares, elevando su peso al 5,83 % de la recaudación nacional.
Ecuador
A pesar de las barreras de regularización, la población venezolana en Ecuador aportó 46,9 millones de dólares al fisco (0,25 % de la recaudación total). El consumo local se estima en 876,2 millones de dólares, con un gasto focalizado en vivienda y alimentación.
El estudio destaca que el aporte per cápita ha crecido considerablemente en los últimos años, pasando de 84 dólares a 243 dólares, demostrando una mayor capacidad contributiva a medida que la población se asienta. En un escenario de plena integración, el aporte fiscal potencial ascendería a 55,9 millones de dólares.
República Dominicana
La migración venezolana en República Dominicana se caracteriza por un fuerte perfil emprendedor y de inversión. Su aporte fiscal real es de 39,9 millones de dólares. Destaca la inversión de capital venezolano, que ha movilizado cerca de 180 millones de dólares y generado más de 2.500 empleos directos a través de más de 50 empresas registradas.
El potencial de crecimiento fiscal es del 26,3 %, pudiendo alcanzar los 50,4 millones de dólares si se agilizan los procesos de regularización y se reduce la burocracia para los nuevos negocios.
Costa Rica
En Costa Rica, la contribución fiscal actual es de 40,2 millones de dólares (0,32 % de los ingresos totales). El consumo de esta población inyecta unos 261,3 millones de dólares a la economía costarricense, con un alto porcentaje destinado a educación y salud, lo que denota una inversión en capital humano a largo plazo.
El aporte potencial se calcula en 47,5 millones de dólares. Un dato relevante es el alto nivel educativo de los migrantes en el país (más del 40 % cuenta con educación universitaria), lo que representa un capital humano subutilizado por las barreras legales de contratación.
Aruba
Aunque las cifras absolutas son menores por el tamaño de la isla, el impacto relativo es el más alto en términos de PIB. La contribución fiscal real es de 27,2 millones de dólares, lo que equivale al 0,75 % del PIB de la isla. El consumo local asciende a 113,5 millones de dólares, vital para su economía basada en servicios y turismo.





















