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Él y ella estaban enamorados. Él escritor, ella arquitecta. Pero así sin nombres ni apelativos, tal como lo sugiere el escritor y crítico literario argentino Patricio Pron desde el título de su nuevo libro: Mañana tendremos otros nombres.

La novela ganadora del Premio Alfaguara 2019 ha sido presentada como la «fascinante autopsia de una ruptura amorosa». Un libro que se interna en uno de los cuadros emocionales más fuertes de una sociedad neurótica, desesperada por encontrar y consumir el amor en medio de los algoritmos.

Hablamos con Pron, también autor de El comienzo de la primavera (2008) y No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles (2016), durante su reciente visita a Colombia como invitado a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Para Pron, la negación de la experiencia amorosa es el «costo más alto» de ese amor de supermercado.

Pregunta: Son tiempos confusos, ¿qué implicaciones tiene el querer abordar la complejidad de las rupturas amorosas en la literatura en esta época?

Pregunta: ¿Qué fue lo más difícil para usted durante esa búsqueda por ‹entendernos›?

Pregunta: La novela es un retrato de las relaciones como producto de consumo, algo que no es para nada gratuito, ¿cómo lo explica o cómo lo entiende usted?

Pregunta: ¿Cuál cree que es el costo de ese amor líquido en la era de los algoritmos?

Pregunta: Los personajes, ella y él, justo se enfrentan en la novela a ellos mismos: a sus soledades, a sus inseguridades, ¿cómo se dio esa construcción, de tal forma que ambos sean el reflejo de cualquier lector?

Pregunta: Durante el proceso creativo, ¿qué obras revisitaba o releía que le hayan resultado especialmente útiles?