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En el estadio del Inter Miami todo era fiesta. En medio del son de los tambores, cánticos y música por altavoces, protagonizada por emocionados seguidores del club de la MLS recibieron a Lionel Messi, cuya presentación se había suspendido por unas horas a causa de una tormenta eléctrica.

El jugador desató locura y emoción y hubo quienes no ocultaron la felicidad, entre esos David Beckham.

'Estoy muy feliz de haber elegido este proyecto', señaló el rosarino desde un abarrotado DRV PNK Stadium, en Fort Lauderdale, durante su presentación oficial como flamante número diez del club de la Major League Soccer.

El ganador de siete balones de oro señaló que asume esta nueva etapa profesional con ganas de ayudar al club a que siga creciendo.

Antes de que cayeran las trombas de agua y los truenos, los estacionamientos en los exteriores del DRV PNK Stadium, en Fort Lauderdale (a unos 35 km al norte de Miami), concentraron a cientos de personas enfervorizadas.

Muchas de ellas bailaban al son de tambores y cánticos, otros disparaban bengalas o sostenían carteles en honor al jugador desde horas antes de que comenzará la presentación oficial del capitán de la albiceleste y bajo un calor inclemente.

Prácticamente todos festejaban el convencimiento de que la llegada del actual campeón del mundo con Argentina supondrá la llave para que el club de la Major League Soccer (MLS) al fin se ubique en lo alto de la tabla y coseche victorias importantes.

'Yo creo que va a ir a mejor, estamos hablando del mejor jugador del mundo', le dijo a la Agencia EFE el cubano Dayan Serrano, un seguidor de Messi desde que el futbolista empezó en el FC Barcelona y cuyo fanatismo se ve confirmado con un tatuaje del argentino en su pierna.

Anclado en la última posición de la Conferencia del Este, el Inter Miami está registrando la que quizás es la peor temporada en su corta historia en la MLS (debutó en marzo de 2020), y los seguidores del club tienen claro que hasta la liguilla al final de temporada es una meta muy lejana para este año, aun con Messi.