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“Protocolo bueno es el que respeta vidas”, decía la pancarta de protesta del Botafogo. Cortesía Botafogo
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Botafogo protesta por tener que jugar en medio de la pandemia

El club de Río considera insólita la decisión de permitir público en los estadios a partir del 10 de julio. También rechazó el racismo.

El Botafogo, uno de los clubes más tradicionales de Brasil, regresó este domingo a la cancha tras 105 días de inactividad para un partido por el Campeonato Carioca en el que protestó tanto por el reinicio del fútbol en Río de Janeiro en medio de la pandemia del coronavirus como contra el racismo.

Pero el partido en que el Botafogo goleó por 6-2 al Cabofriense por el Campeonato Carioca mostró más protestas que fútbol.

Los jugadores del Botafogo, con el ídolo japonés Honda como capitán, dejaron claro que no apoyan la retomada del fútbol en momentos en que tanto Brasil como Río de Janeiro registran un creciente número de muertes por coronavirus.

El campeonato que enfrenta a los principales clubes del estado de Río de Janeiro, retomado hace diez días, fue el primero en toda Sudamérica en ser reiniciado tras tres meses de paralización por las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar la pandemia.

Botafogo y Fluminense criticaron el reinicio del campeonato con la pandemia aún fuera de control en Río de Janeiro, pero sus recursos fueron rechazados por la Justicia Deportiva por lo que no tuvieron más remedio que volver a la cancha.

Con un uniforme totalmente negro en señal de luto diseñado especialmente para la ocasión, el Botafogo homenajeó a los médicos y enfermeros que ponen en riesgo sus vidas para atender a los pacientes con COVID-19.

“Gracias profesionales que están en la línea del frente contra el COVID-19”, según un mensaje estampado en el uniforme del Botafogo, en el que han militado ídolos brasileños como Garrincha, Nilton Santos, Zagallo, Jairzinho y Didí.

En un mensaje que publicó en sus redes sociales antes del partido, la dirección del Botafogo dejó clara su posición contra al retomada del fútbol y aclaró que, pese a que luchó hasta el límite contra la decisión, no le quedó otra opción que “respetar la justicia deportiva”.

El uniforme que utilizaron los jugadores del Botafogo en el juego ante Cabofriense. Cortesía Botafogo

El club considera insólita decisión de Río de permitir público en estadios

Como si fuera poco, los jugadores del Botafogo cargaron hasta el centro de la cancha un inmenso letrero en el que se leía el mensaje “Protocolo bueno es el que respeta vidas”.

Fue una referencia al protocolo de seguridad sanitaria que tiene que ser seguido en los partidos del Campeonato Carioca para evitar el contagio del coronavirus y con el que la alcaldía de Río de Janeiro justifica su decisión de permitir el regreso del fútbol a estadios inicialmente sin público.

Pese a que aún no ha tenido la misma repercusión, la Alcaldía publicó el pasado viernes un decreto en el que permite la presencia de público en los estadios a partir del 10 de julio próximo, algo inédito ya que ni los países europeos, que reiniciaron antes sus campeonatos, han autorizado la apertura de los estadios.

“Le aconsejo a los que quieran ir a los estadios en este momento que lleven un rosario y que recen mucho para que no ocurra nada”, aseguró este domingo el economista Carlos Augusto Montenegro, expresidente del Botafogo y actual líder del Comité Gestor de Fútbol del club de Río de Janeiro.

“Eso es inusitado. Ningún país en el mundo hasta ahora ha autorizado una cosas de esas”, agregó el dirigente, y destacó que en todos los países en que los campeonatos de fútbol se reanudaron tras las medidas de distanciamiento social para frenar el avance del coronavirus, especialmente los europeos, los partidos se disputan en estadios vacíos.

El japonés Honda, figura del Botafogo, participó en las protestas del equipo carioca. Cortesía Botafogo

También rechazaron el racismo

Pero el conjunto de Río de Janeiro también aprovechó el uniforme para unirse a las protestas mundiales contra el racismo con otro mensaje estampado: “Vidas negras importan”.

Y su protesta no paró en eso. A sólo un minuto de iniciado el partido, todos los jugadores del Botafogo se arrodillaron en la cancha para imitar un gesto que se ha convertido en símbolo de las protestas mundiales antirracistas contra la muerte de George Floyd a manos de la policía, el 25 de mayo pasado en Mineápolis.

Los jugadores del Cabofriense, en solidaridad, detuvieron el balón y esperaron que los del Botafogo se levantaran para proseguir el partido.

Así protestaron contra el racismo los jugadores del Botafogo. Cortesía Botafogo

Río de Janeiro inició hace dos semanas un proceso gradual de desescalada de las medidas de distanciamiento social que había impuesto para enfrentar el coronavirus pese a que los números de muertes y casos confirmados continúan creciendo y aún se ignora cuándo se llegará al pico de la curva de contagios.

Según el boletín divulgado este sábado por la secretaría regional de Salud, en el estado de Río de Janeiro se registraron en las últimas 24 horas 202 nuevas muertes y 306 nuevos casos de la enfermedad. En total el estado de Río de Janeiro acumula 9.789 víctimas y 108.803 contagios.

Tales cifras confirman al estado como el segundo más afectadas por la pandemia en Brasil, que es uno de los nuevos epicentros mundiales del coronavirus.

Tras cuatro meses desde el primer caso, Brasil acumulaba hasta este sábado 57.070 muertes y 1.313.667 casos por la pandemia, que lo confirman cono el segundo país con más víctimas y contagios de coronavirus en el mundo después de Estados Unidos.

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