El Deportivo Pasto, rival de Junior este domingo en ‘el Metro’ (8:30 p.m.), atraviesa por un momento oscuro tanto dentro como fuera de la cancha. El club, actualmente colero de la Liga II-2025, enfrenta una grave crisis institucional luego de que su presidente, Óscar Casabón, denunciara públicamente que al menos seis jugadores, incluido un futbolista sub-20, estarían involucrados en una red de amaño de partidos.
Durante una rueda de prensa, Casabón anunció que presentará una denuncia formal ante la Fiscalía, asegurando que posee “pruebas suficientes” que confirmarían la participación de los futbolistas en esta práctica ilegal. Aunque no reveló los nombres de los implicados, afirmó que las evidencias surgieron en los últimos días y que el club no puede “permitir, ni por sospecha, lo que muy posiblemente está ocurriendo”.

El directivo también confesó haber recibido advertencias y presiones por atreverse a revelar esta información: “Me dijeron que va a ser peligroso, que esto lo maneja una mafia grande. Pero no tengo miedo. Voy a denunciar apenas salga de este recinto”.
Jugadores piden pruebas
La respuesta del plantel profesional del Deportivo Pasto no se hizo esperar. Luego de la derrota 2-0 frente a América, el pasado miércoles, todos los jugadores salieron juntos a la rueda de prensa en un acto de unidad y rechazo a los señalamientos del presidente del cuadro volcánico. El vocero del equipo fue el delantero uruguayo Facundo Boné, quien exigió pruebas concretas ante las acusaciones.
“Se generalizó en el tema de las apuestas y se marcó a algunos compañeros. Si no hay pruebas, vamos a estar con ellos a muerte. Se está metiendo no solo con los jugadores, sino también con sus familias”, declaró Boné. El charrúa afirmó, además, que si alguien del plantel estuviera involucrado, serían ellos mismos quienes tomarían medidas. “Proponemos que si hay pruebas, nos las muestren y nosotros mismos los sacamos del vestuario”.
Uno de los jugadores presuntamente implicados en el caso, Joyce Ossa, rompió el silencio y expresó su indignación. “Me parece una falta de respeto que me señalen sin ninguna prueba. Estoy triste con el Pasto. Si me tienen que investigar, que lo hagan, pero no me deben desconvocar sin fundamento. Están dañando mi imagen”, expresó.
Otro de los afectados, el arquero Diego Martínez, no pudo contener las lágrimas durante su intervención. “Mi papá y mi mamá me criaron con valores y principios. Hoy quieren manchar mi nombre. Me duele profundamente porque me quería retirar en este club. He dado todo por este equipo”, dijo el cancerbero con la voz entrecortada.
Acolfutpro se manifiesta
La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) también intervino ayer en la polémica, emitiendo un comunicado en sus redes en el que rechaza “de forma contundente” las declaraciones del presidente Casabón, por vulnerar los derechos laborales y la presunción de inocencia de los jugadores involucrados.
El gremio criticó que, en lugar de iniciar un proceso disciplinario conforme a la ley laboral colombiana, el directivo haya optado por hacer públicos los señalamientos y ordenar la desconvocatoria de cinco futbolistas. Acolfutpro recordó que “a nadie en Colombia se le puede condenar por sospechas ni por rumores sin aportar pruebas” y que lo ocurrido afecta no solo la reputación profesional de los jugadores, sino también su integridad física y moral, y la seguridad de sus familias.
Además, la asociación recordó que la Constitución protege el derecho al debido proceso y que ningún trabajador puede ser sancionado sin investigación formal. “Se está condenando a un grupo de futbolistas sin respetar sus garantías mínimas como ciudadanos y como trabajadores”, concluyó el comunicado.
En medio de todo este escándalo, el Pasto debe preparar el duelo de este domingo ante Junior, donde el cuadro nariñense espera cortar una racha de cuatro partidos sin conocer la victoria para poder salir del fondo de la tabla. El cuadro nariñense solo suma dos victorias en 12 presentaciones, con cuatro empates y seis derrotas.