De Néstor Lorenzo está claro que es un técnico que tiene toda la capacidad para dirigir a la selección Colombia. Lo está demostrando con resultados y con el buen fútbol que el equipo nacional refleja en la cancha. Ha logrado cuajar un colectivo que se puede poner el frac y el overol al mismo tiempo. Tiene calidad y carácter, vistosidad y competitividad, gambeta y planchazo, toque y coraje.
También se sabe que es un entrenador mesurado, que mide cada una de las palabras que expresa, lejano a la polémica, respetuoso, equilibrado, modesto, humilde. “No parece argentino”, dicen muchos.
Lo que no sabíamos es que su madre, doña Luisa, de 87 años de edad, está repleta de orgullo y felicidad por lo que está viviendo su hijo y que en la zona donde reside, según sus palabras, sus vecinos le hacen más fuerza al combo de James Rodríguez que al de Lionel Messi.
“El barrio va por Colombia. Toda mi familia, amigos y vecinos con los que hablé, quieren lo mejor para Néstor. Argentina ya ganó el campeonato mundial, ahora le toca a Colombia, ja. Es el momento de Néstor. En Italia 90 (como jugador de la selección albiceleste) terminó segundo y ahora quiere ganar la Copa. Hay que acompañarlo. Colombia se lo merece también”, comentó Luisa en una conmovedora y maravillosa crónica del periodista Matías Mancuso, publicada este sábado en el diario deportivo Olé.
La mamá del hombre que convirtió a la Selección Colombia en un equipo capaz de competir con cualquier adversario del mundo, y que la tiene ostentando un invicto de 28 fechas, vive en Villa Celina, “una localidad del partido de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires, Argentina”, describe Wikipedia.
En el barrio todos la conocen como “la madre de Néstor Lorenzo” y la felicitan y la alientan cada vez que gana Colombia, se relata en la crónica.
“Como argentino no me puede poner contento que gane Colombia, me sentiría triste. Pero como ser humano me pondría muy contento que este muchacho de un barrio como Celina, humilde y de gente laburante, tenga los méritos que tiene”, dice uno de sus vecinos.
En Villa Celina se ubica el Club Riachuelo, donde Lorenzo hizo sus pinitos en el fútbol. Fue un destacado defensa central en los 80 y 90. Pasó por Argentinos Juniors, Bari, Swindon Town, San Lorenzo, Banfield, Ferro Carril Oeste, Boca Juniors y Quilmes.
Suele ir a visitar a su madre y a sus vecinos, los que conoce desde que era un jovencito repleto de sueños. Uno de esos anhelos está a punto de alcanzarlo, y doña Luisa se va poniendo un poco más nerviosa a medida que pasan las horas.
“Ufff… tomo pastillas para dormir. Si bien ya las tomaba de antes, el partido me pone muy ansiosa”, contó.
El que está sereno es su hermano Alberto. “Estoy tranquilo y confío en él. Mi hermano va a hacer que Colombia juegue la final a ganar. Va a intentar ser protagonista y jugarle de igual a igual a Argentina. Ese es el estilo de él y es el que yo le inculco también, ja”.
Néstor Lorenzo, que se viene poniendo la misma vestimenta en los partidos por cábala, no le pierde pisada a su mamá. “Después de ganarle a Uruguay, Néstor me llamó muy emocionado. Todas las noches hablamos y lo aconsejo para los partidos. Es más, esta noche antes de la final seguramente lo llame también”.
Ella no solo habla con orgullo de su retoño, también de los futbolistas que dirige, empezando por James Rodríguez. “Son lo más hermoso que hay. ¡Los jugadores son divinos!”, dice entusiasta, con una actitud noble, tierna, bonachona.
Aparte, Luisa destaca a boca llena la buena selección que armó Néstor Lorenzo. “Mi hijo supo elegir jugadores. Muchos están en Europa, pero él siempre mira todos los partidos para poder armar un buen equipo. Es más, el hijo de Néstor, mi nieto, siempre lo ayuda a hacer el scouting de jugadores”.
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