La inestabilidad de los técnicos en Colombia, uno de los males del fútbol colombiano

Siguen cayendo técnicos en la Liga I-2023. El último, Harold Rivera. Tras la derrota del pasado jueves ante Atlético Nacional (2-0) —que utilizó equipo alterno—, Santa Fe decidió prescindir de los servicios del entrenador ibaguereño (52 años), que había regresado al banco del cuadro cardenal el pasado 12 de diciembre. Cinco meses exactos duró en el cargo.

Rivera se convirtió así en el séptimo entrenador ‘descabezado’ en la Liga BetPlay, luego de la salida —en su orden— de Diego Corredor (Once Caldas), Elkin Soto (Once Caldas), Arturo Reyes (Junior), Raúl Armando (Bucaramanga), Hernán Torres (Tolima) y David González (Medellín).

No es fácil ser técnico y mucho más en Colombia, donde los procesos se cortan en un abrir y cerrar de ojos.

Actualmente solo Alberto Gamero, con Millonarios, y Alexis García, con Equidad, pueden decir, ‘sin pelos en la lengua’, que les han respetado el trabajo, pese a que no han conseguido títulos de Liga. El samario acumula tres años y cinco meses al frente del cuadro embajador, mientras que el antioqueño suma tres años y cuatro meses en el banco asegurador.

También al cartagenero Hubert Bodhert y el mexicano Mario García pueden sacar pecho de que se han mantenido en su cargo al frente de Alianza Petrolera y el Chicó FC, respectivamente. Bodhert acumula dos años y dos meses en el banco aurinegro, mientras que García, que logró el ascenso con los aseguradores, siendo campeón en la ‘B’, suma dos años y cuatro meses en el equipo boyacense.

El ‘Top 5’ de entrenadores que más tiempo llevan en su cargo en el FPC lo completa Flabio Torres, que acumula un año y nueve meses al frente del Deportivo Pasto.

De resto, todos llevan un año larguito —como Guimarães en el América o Claudio Rodríguez en el Unión Magdalena— o menos en sus clubes, lo que demuestra la inestabilidad constante en ese cargo.

Este año Once Caldas ha cambiado dos veces de entrenador, con el tercero hoy en la cuerda floja. El primero en salir fue Diego Corredor, que fue reemplazado por Elkin Soto. ‘El Sultán’ duró menos de un mes y fue sustituido por Pedro Sarmiento, que hoy tiene la ‘soga al cuello’ con el ‘Blanco Blanco’ colero de la Liga I-2023.

El tercer técnico descabezado este semestre fue Arturo Reyes, despedido el pasado 14 de marzo. Fueron tan solo once partidos los que el samario estuvo a cargo del plantel profesional, donde consiguió una victoria, tres empates y siete derrotas, dejando a los rojiblancos en el último lugar de la tabla. Fue reemplazado por Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, que hoy tiene al Junior en el octavo lugar (al cierre de esta edición) y dependiendo de sí mismo para lograr la clasificación a los cuadrangulares semifinales en las últimas dos jornadas del ‘Todos contra todos’.

Luego de Reyes cayó Raúl Armando en el Bucaramanga (2 de abril) y Hernán Torres en el Tolima (24 de abril), este último quien llevaba tres años y cuatro meses en el cargo, dejando un título de Liga y una Superliga en el palmarés del equipo pijao.

El cuadro canario, penúltimo y dirigido hoy por Alexis Márquez, ya no tiene chances de clasificación, mientras que el ‘Vinotinto y Oro’, en el puesto 12, aún guarda una muy leve esperanza matemática de meterse a los cuadrangulares de la mano del argentino Juan Cruz Real. Su atención real está puesta en la Copa Sudamericana, donde marchan terceros del Grupo D, que comparten con Sao Paulo (líder), Tigre (segundo) y Puerto Cabello de Venezuela.

Mientras que los dos últimos técnicos que se quedaron sin trabajo fueron David González (Medellín) y Harold Rivera (Santa Fe). Ambos equipos siguen vivos en la Liga y con la posibilidad latente de clasificación. Si se precipitaron o no en sacarlos, solo el tiempo lo dirá, pero ninguno de los dos clubes ha nombrado aún técnico en propiedad. Sebastián Botero dirigió al DIM en el empate como local ante Once Caldas, mientras Gerardo Bedoya asumiría como interino en el cuadro cardenal.