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Contra viento, marea, y hasta los jueces, Titanes de Barranquilla aguantó la tempestad del Caribean Storm de San Andrés y se quedó con la primera batalla de la final en la noche de ayer, jugada en el la cancha del Ginny Bay.

El quinteto barranquillero ganó por un resultado final de 76-85, el cual se produjo después de que fuera necesario jugar un tiempo extra, por motivos de la paridad entre los dos equipos al término de los cuatro cuartos reglamentarios, y se aventajó (0-1) en la serie de las finales de la Liga Profesional de Baloncesto de Colombia.

La primera mitad del compromiso fue absoluto dominio de los dirigidos por el cartagenero Tomás Díaz y se fueron al descanso parcial con un 28-43 a favor, que en gran parte se debió a la soberbia actuación del panameño Ernesto Oglivie, quien puso alma y corazón en cada disputa del balón y terminó el partido siendo el mayor anotador con 25 puntos y una sobresaliente cifra de 17 rebotes (3 ofensivos y 14 defensivos).

A los isleños les cayó bien el descanso para tomar aire y aclarar las ideas. En la etapa complementaria salieron como una tromba y en el tercer parcial se les marcaron 24 unidades, mientras que los barranquilleros redujeron notablemente su efectividad y solo pudieron anotar 13.

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El compromiso se emparejó y se preveía un cierre apretado. Los quintetos estaban tensionados y algo erráticos en la última manga. Se luchaba mucho y se cometían varios errores por lado y lado.

En un momento parecía que Titanes se iba a llevar la victoria al finalizar el último cuarto del partido, pero Josimar Ayarza marcó un triple de larga distancia para el Storm y los locales alcanzaron a emparejar el marcador (71-71)

A falta de 25 segundos, los hombres de Díaz tenían la última posesión para marcar la diferencia definitiva.

Era hora de mirar la pizarra del entrenador y atender a sus indicaciones para anotar la cesta ganadora. Oglivie, Jonathan Rodríguez, Heissler Guillent, Tonny Trocha y Jesús Medina saltaron al centro del anfiteatro con la idea clara en mente.

Una perfecta rotación de los Titanes, liderada por el venezolano Guillent, dejó solo y de cara a Oglivie con la cesta rival. Cuando el panameño se elevó para mandarla a reposar en el aro, apareció un manotazo de Ayarza, el cual dio toda la impresión de ser un ‘goaltending’.

Esa jugada pudo ser la diferencia que le daría la victoria a los de ‘Curramba’, pero los jueces, que durante todo el juego estuvieron decretando abrumados por la presión del público local, dijeron que el bloqueo era válido y todo se tenía que definir en un tiempo extra.

Envalentonado por la euforia de sus seguidores y por la gesta de igualar el encuentro, el Storm salió al agregado con la ilusión de llevarse la primera victoria. Pero, la jerarquía de los jugadores de Titanes quiso que la historia fuera diferente.

Cuando el Ginny Bay era una caldera, el equipo del Atlántico fue un témpano de hielo. Medina (4 puntos), Oglivie (4 puntos), Zamora (4 puntos) y Rodríguez (2 puntos); apaciguaron la tormenta y pusieron la diferencia necesaria en el ‘overtime’ para quedarse con el primer cotejo.

Esta noche, a las 8:10 p.m., será el segundo juego de la gran final colombiana. Los sanandresanos serán locales de nuevo y tratarán de evitar que Titanes se venga a Barranquilla con la serie prácticamente liquidada.