El 24 de mayo de 1995, diez jóvenes periodistas de distintos medios de comunicación de Colombia, Venezuela y Puerto Rico se juntaron en una casa del barrio El Prado ubicada en la carrera 54 # 66-112, antigua sede administrativa de EL HERALDO, para recibir durante cinco sesiones de cinco días un taller de reportería a cargo de Gabriel García Márquez.
Uno de los ejercicios de aquel encuentro consistió en la descripción de personas a partir de la caracterización de sus rasgos físicos. Para eso, el tallerista convocó a un experto en retrato hablado de la policía, quien enseñó a los aprendices los aspectos que consideraba más importantes para hacerse la imagen de alguien: las facciones del rostro, su altura, contextura, etcétera.
El ejercicio hizo parte del primer taller que impartió el Nobel de Literatura en el primer año de actividades de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano –actual Fundación Gabo–, que en 2020 cumple 25 años de liderar proyectos enfocados en transmitir a los jóvenes periodistas de Iberoamérica y el Caribe el deseo de su fundador de ejercer 'el mejor oficio del mundo'.
El propósito de crear un espacio que permitiera una enseñanza sui géneris del periodismo, desligado de la academia, sin diplomas ni certificados, pero bajo la dirección de veteranos del oficio, se concretó poco a poco en la mente del Nobel, que desde los 80’s tenía la intención de crear un medio que, además de publicar los reportajes más veraces, contribuyera a la enseñanza periodística.
Sólo hasta el 2019, el Festival Gabo, que se hace en Medellín, contaba siete ediciones que dejaron 10.721 trabajos postulados para el Premio Gabo y 28 trabajos galardonados en categorías de Texto, Imagen, Cobertura e Innovación. Este año, la edición del evento está programada para octubre, pero de acuerdo a cómo avance la crisis sanitaria resolverán la manera de hacerlo, si presencial o virtual.
'Nuestra intención es mantener los programas. Algunos se están transformando, otros creciendo, de pronto alguno se suspenda. Pero es parte de las circunstancias. Es una época para tener mucho cuidado, pero tenemos iniciativas nuevas', explica Abello Banfi.
Sin embargo, la Fundación que en 1997 ya tenía página web y realizó el primer taller sobre periodismo en internet en São Pablo, Brasil, a cargo del brasileño Rosental Alves –otro miembro del Consejo Rector–, sabe que las redes sociales no son sólo un espacio de difusión, sino de actividades. Desde sus plataformas siguen promoviendo becas, talleres y convocatorias. Un día invitan a eventos sobre la industria periodística en tiempos de coronavirus y otro abordan las relaciones de García Márquez con la medicina.
Cuando se le pregunta a Jaime Abello Banfi sobre los cambios de la enseñanza periodística en los comienzos de la fundación y en la actualidad, responde que lo principal ha sido lo digital. 'La visión de un periodismo con una base ética, investigativo y con un ideal de servicio público, eso se mantiene', dice. 'Pero lo digital ha modificado la manera de trabajar, el contexto del periodismo y la relación de las audiencias con los medios. Ha cambiado la manera como la gente se informa, interactúa y valora el periodismo. Han cambiado los métodos de trabajo del periodista y el financiamiento de la empresa, el modo de operar. Nosotros nos adaptamos a un contexto en que hay que asumir la tecnología como una parte fundamental. Pero mantenemos los valores y las claridades estratégicas iniciales. La visión de Gabo se mantiene'.


